Descrita como un conjunto de valores, creencias, normas, actitudes y prácticas que caracterizan la forma en que funciona una organización, la cultura organizacional refleja la identidad de una empresa e influye en cómo los empleados se comportan, toman decisiones y se relacionan entre sí y con los clientes.
De acuerdo aCarla Martins, vicepresidente deSERAC, hub de soluciones corporativas, siendo referencia en las áreas contable, jurídica, educativa y de tecnología, la cultura organizacional es un punto clave en el crecimiento de las empresas y debe ser implementada con estrategia. "En el propio SERAC, el trabajo con la cultura organizacional fue una herramienta esencial para nuestro crecimiento, ya que nos permitió formar un equipo. Antes éramos solo una empresa que hacía un buen trabajo, pero luego formamos un equipo que empezó a luchar por los mismos sueños y a abarcar los mismos valores", cuenta.
Según la ejecutiva, fue la construcción de una cultura organizacional fuerte lo que permitió a SERAC superar grandes desafíos, incluso durante la pandemia de covid-19. La cultura vence a la estrategia en los días más desafiantes, porque si hay un gran problema y todos están comprometidos, ese problema se enfrentará con mayor facilidad. Durante la pandemia, logramos seguir atendiendo con maestría incluso de forma remota, ejemplifica Carla.
La vicepresidenta del SERAC destaca que una cultura organizacional fuerte tiende a unir a los miembros de la empresa en torno a objetivos comunes, mientras que una cultura débil puede llevar a la desunión y la falta de dirección. La cultura es todo lo que hace el empleado mientras el dueño no está. Puede estar orientada al cliente y al bienestar, pero también puede permitir chismes y falta de calidad en el trabajo, por eso es fundamental que los empresarios estén atentos para construir una cultura organizacional que tenga sentido, explica.
Conozca cuatro pasos para implementar una cultura fuerte en la empresa, según Carla Martins:
1º) Definir la cultura deseada y trabajar en su modelado – Para ello, vale buscar referencias en empresas de tu segmento o incluso de otros segmentos y listar cuáles son los valores que deberían formar parte. Muchas veces será necesario hacer adaptaciones y evaluar si el segmento y los clientes coinciden con lo que se está modelando. ¿Quieres una empresa igual a Apple, pero tus muebles son anticuados? ¿Quieres algo más formal, pero tu segmento es súper disruptivo? Será necesario buscar un equilibrio, aconseja Carla.
2º) Entrena a las personas – Los líderes y las personas de confianza deben ser entrenados constantemente para respirar la cultura de la empresa, ya que una vez que estén entrenados, transmitirán la cultura a los liderados. Y si el equipo es pequeño, el propio empresario puede ser el líder principal y necesita mostrarse como un espejo. Por ejemplo, si existe una cultura de optimismo en la empresa, él debe mostrarse optimista. Si no está teniendo un buen día, es mejor alejarse de las personas que reflejar emociones contrarias a las que desea transmitir al equipo, sugiere la ejecutiva.
3º) Comunica y respira cultura en todo momento – Según la vicepresidenta del SERAC, todos los elementos de la comunicación de la empresa pueden ayudar a difundir cultura, desde la imagen de pantalla de la computadora hasta el branding de la marca. "Incluso los grupos en WhatsApp pueden compartir los valores de la empresa y estimular tareas que ayuden a promover la cultura", afirma Carla Martins.
4º) Evalúe y reevalue – La ejecutiva explica que es necesario evaluar periódicamente si los valores transmitidos están de acuerdo con lo que se desea en la cultura de la empresa. "Para ello, es importante tener herramientas en los retroalimentaciones, siempre considerando que una cultura tarda al menos algunos años en ser implementada", dice Carla. Ella destaca que, cuando una empresa tiene una cultura fuerte, esto ayuda a atraer a similares y a repeler a los que no encajan, lo que ayuda a enfrentar los desafíos diarios y fomenta el crecimiento.