Si incluso instituciones robustas y altamente estructuradas sufren ciberataques, las pequeñas empresas están aún más expuestas. Un ejemplo reciente fue confirmado por la Oficina Administrativa de los Tribunales de Estados Unidos, que calificó la acción contra el sistema judicial federal a principios de este mes Este incidente refuerza una advertencia importante: los ciberdelitos no se limitan a las grandes corporaciones y a menudo se dirigen a empresas más pequeñas con menos recursos de protección.
Según José Miguel, gerente de preventa de Unentel, la falsa sensación de seguridad es uno de los mayores riesgos que enfrentan las pequeñas empresas hoy en día. «Muchos creen que los ciberdelincuentes solo se interesan por las grandes empresas, pero lo cierto es que las pequeñas empresas son el objetivo precisamente porque son más vulnerables», afirma.
En Brasil, las cifras demuestran que el riesgo es real. Solo en el primer trimestre de 2025, se registró un promedio de más de 2600 ataques semanales por empresa, según un informe de Check Point Research, lo que representa un aumento del 21 % en comparación con el mismo período del año anterior. En Latinoamérica, el crecimiento fue aún más pronunciado: un 108 %.
Hoy en día, contar con medidas de protección de datos y operativas es esencial para cualquier empresa que opere en el entorno digital. Un ataque puede inutilizar los sistemas, comprometer las relaciones con los clientes y causar pérdidas que pueden amenazar la continuidad de la empresa. Invertir en ciberseguridad, por lo tanto, implica actuar con responsabilidad y visión a largo plazo.
Es hora de adoptar la ciberseguridad como un pilar esencial para la supervivencia y el crecimiento sostenible de las pequeñas empresas. Ignorarla es como dejar la puerta abierta y esperar que nadie se dé cuenta», concluye José Miguel.
