La imagen todavía vale más que mil palabras, especialmente en el comercio electrónico. Los consumidores llevan en promedio solo50 milisegundos para formar una primera impresiónsobre un producto en línea, según datos de una encuesta de Google. Con la popularización de herramientas de inteligencia artificial orientadas a la edición de fotos, los vendedores brasileños han encontrado alternativas más accesibles y eficientes para presentar sus productos en línea, sin depender de sesiones fotográficas profesionales, que suelen ser caras y demoradas.
En lugar de montar estudios, contratar fotógrafos o alquilar locaciones, los comerciantes que venden en Mercado Libre, Shopee, Elo7, Instagram Shopping o plataformas como Nuvemshop y Shopify han adoptado imágenes generadas por IA para simular contextos realistas. Una almohada artesanal puede aparecer en una sala de estar moderna; un cosmético natural, sobre una encimera de baño iluminada; una taza hecha a mano, en las manos de un modelo en una mesa de desayuno. Todo esto hecho digitalmente, basándose en una sola foto sencilla del producto, generalmente tomada con el teléfono móvil.
El recurso, conocido como escenificación de producto con IA, utiliza algoritmos para colocar productos en escenarios que imitan la realidad, ajustando automáticamente la luz, las sombras, la perspectiva, la escala y la temperatura del color. A diferencia de los modelos digitales o montajes tradicionales, las herramientas actuales han sido entrenadas para entender tanto el objeto como el entorno, resultando en imágenes que parecen haber sido producidas en sesiones fotográficas reales.
Antes, crear buenas imágenes de estilo de vida requería toda una producción: alquiler, casting, fotógrafo, dirección de arte y edición. Esto cuesta caro y requiere tiempo, un lujo que la mayoría de los vendedores simplemente no tienen, explica Matt Rouif, CEO de Photoroom, startup especializada en edición de imágenes con IA. Hoy, en pocos minutos, es posible generar una biblioteca de fotos realistas con calidad profesional.
La propuesta es sencilla: con una imagen limpia del producto, el comerciante puede generar decenas de variaciones ambientadas para diferentes canales. Además de las páginas de producto, estas imágenes se utilizan en campañas de correo electrónico, redes sociales, anuncios pagados y vitrinas virtuales. La flexibilidad visual también permite adaptar las piezas para diferentes públicos, por ejemplo, colocando un mismo zapato, en un sendero deportivo o en un entorno urbano, según el perfil de la campaña.
Para muchos comerciantes brasileños, principalmente los que operan solos o en equipos reducidos, esta tecnología se ha convertido en una ventaja competitiva. Los costos para una sesión de fotos completa con alquiler, fotógrafos, modelos y edición pueden fácilmente superar los 5 mil R$. Es inviable repetir este proceso con cada nuevo lanzamiento o campaña promocional. Con IA, resolvemos esto en minutos, con una inversión simbólica, dice Matt.
Más que una solución práctica, las imágenes contextualizadas desempeñan un papel estratégico al compensar la ausencia del contacto físico con el producto durante el recorrido de compra en línea.
Según especialistas del sector, este tipo de narrativa visual despierta interés inmediato, además de generar mayor confianza y conexión emocional. "Si vendes jabones artesanales, camisetas estampadas o bisutería hecha a mano, mostrar tus productos en el contexto adecuado puede ser la diferencia entre ser ignorado o vendido", añade el CEO de Photoroom.
Además, la facilidad en la producción de imágenes permite a los equipos probar rápidamente qué visualizaciones generan más valor. Con menos tiempo y costo por imagen, es posible realizar pruebas A/B con diferentes contextos visuales y concentrar esfuerzos en las campañas y activos creativos que más convierten.
La IA no reemplaza la creatividad humana, sino que multiplica el alcance de lo que puede producir un pequeño equipo. Y, en el comercio en línea, donde todo comienza con la imagen, eso marca toda la diferencia", concluye Matt.
