El comercio electrónico brasileño continúa su rápida expansión. Según la Asociación Brasileña de Comercio Electrónico (ABComm), se espera que el sector genere R$205 mil millones en 2025, impulsado por la consolidación de nuevos hábitos de consumo y la comodidad de las compras digitales. Pero detrás de estas impresionantes cifras se esconde un problema que reduce los márgenes y erosiona la confianza del consumidor: las fallas en las transacciones en línea.
Según una encuesta de Único, en Brasil se pierden anualmente entre R$120 mil millones y R$150 mil millones en ventas debido al rechazo de pagos por compras realizadas sin tarjeta física, como en sitios web, aplicaciones y servicios de suscripción. Esta cifra representa casi el 15% de los ingresos proyectados del sector y tiene un impacto directo en la rentabilidad de las empresas.
El problema se agrava en vísperas de las fechas más importantes del calendario minorista, como el Black Friday y la Navidad. En 2024, el comercio minorista digital brasileño registró más de R$7.800 millones en ventas solo durante el Black Friday, según Neotrust. Sin embargo, cada fallo del sistema o rechazo injustificado implica no solo una pérdida inmediata de ingresos, sino también el riesgo de alejar permanentemente a los consumidores.
Muchas empresas ya reconocen la importancia de invertir en infraestructuras de pago inteligentes, pero aún enfrentan barreras de implementación. El rol de Yuno es simplificar este proceso y garantizar que no se pierdan ventas debido a limitaciones técnicas, lo que permite a las empresas centrarse en el crecimiento y la innovación, explica Walter Campos, gerente general para Latinoamérica de Yuno, líder global en infraestructura y orquestación de pagos.
Transformando cada transacción en confianza.
En un mundo cada vez más digital, cada transacción en línea va mucho más allá de un simple pago, representando un punto de contacto entre la marca y el consumidor y una oportunidad para fortalecer la confianza. Sin embargo, como en cualquier momento crítico, estas operaciones son propensas a fallos, especialmente en fechas de máxima demanda como el Black Friday y Navidad.
Es en este escenario donde las soluciones de Yuno marcan la diferencia. Mediante la orquestación inteligente de pagos, la plataforma analiza datos y comportamientos para definir las mejores rutas de procesamiento y realizar reintentos automáticos estratégicos, lo que aumenta las tasas de aprobación y garantiza una experiencia del cliente fluida y sin frustraciones. Los monitores de rendimiento de Yuno actúan como un auténtico plan de respaldo inteligente. Identifican, en tiempo real, cualquier inestabilidad en un proveedor de pagos y activan una conmutación por error automática, redirigiendo instantáneamente la transacción a otra ruta. Esto garantiza la continuidad y la seguridad del proceso. Para el consumidor, el resultado es una experiencia fluida; para la empresa, la certeza de que cada pago tiene una probabilidad real de ser aprobado.
Como complemento a este enfoque, el enrutamiento inteligente elige la ruta más eficiente para cada transacción, considerando el rendimiento histórico, los costos y las características regionales. Esto hace que el sistema sea más predecible y menos dependiente de un solo proveedor, una ventaja clave durante períodos de alto volumen de transacciones. Y para garantizar que nada pase desapercibido, las herramientas de monitoreo en tiempo real rastrean cada transacción, activando alertas inmediatas cuando algo se desvía de lo esperado, evitando así que pequeños errores se conviertan en pérdidas mayores.
Las transacciones digitales van más allá de la simple facturación: son momentos cruciales de confianza entre el consumidor y la marca. Nuestra tecnología no solo reduce los rechazos y garantiza la previsibilidad durante las temporadas altas, sino que también convierte cada transacción en una oportunidad para fortalecer las relaciones y generar un crecimiento comercial constante, afirma Campos.
Ejemplos reales de eficiencia
La aplicación de tecnologías de orquestación de pagos ya está mostrando resultados concretos en empresas de diferentes sectores, demostrando cómo las soluciones inteligentes pueden traducirse en eficiencia, escalabilidad y confianza del consumidor.
Uno de los ejemplos más emblemáticos es Rappi. El gigante de las entregas a domicilio, presente en nueve países, redujo su tiempo de respuesta ante errores de pago de aproximadamente 10 minutos a milisegundos. En la práctica, esta agilidad evitó miles de rechazos injustificados y se tradujo en un aumento directo de los ingresos, pero sobre todo, en la fidelización de los clientes. En un mercado donde la velocidad es el factor diferencial, preservar la experiencia del usuario incluso ante la inestabilidad se ha convertido en un activo valioso.
Mientras que Rappi priorizaba la velocidad y la consistencia en tiempo real, la necesidad de Livelo era diferente: escalabilidad. Como una de las empresas de recompensas más grandes de Brasil, que procesa millones de transacciones mensuales, necesitaba previsibilidad para mantener los picos de acumulación y canje de puntos, especialmente durante las campañas promocionales. La implementación de mecanismos de enrutamiento inteligente y la monitorización continua aportaron estabilidad operativa y, al mismo tiempo, mayor transparencia en el seguimiento de las transacciones, lo que hizo el proceso más confiable para clientes y socios.
En un nivel aún más complejo, inDrive, una aplicación global de movilidad urbana, se enfrentó al reto de operar a escala global, con presencia en más de 40 países, cada uno con diferentes regulaciones, métodos de pago y niveles de madurez digital. En este escenario, la orquestación financiera resultó esencial para crear una infraestructura adaptable y predecible capaz de responder a diversas realidades sin comprometer la experiencia del usuario ni los márgenes de beneficio.
Estos ejemplos refuerzan que la orquestación de pagos ya no es solo una capa técnica en el backend de las operaciones. Se ha convertido en un factor decisivo para la competitividad, impactando no solo los ingresos y la eficiencia, sino también la reputación y la fidelización. «Nuestro compromiso es apoyar a las empresas con soluciones que generen confianza, se adapten al ritmo dinámico del mercado y transformen los períodos de alta demanda en oportunidades de crecimiento sostenible», concluye Campos.

