La adopción de tecnología en el comercio exterior deja de ser una opción y se consolida como una necesidad estratégica para las empresas brasileñas que operan con importación y exportación. Con variaciones cambiarias, cambios regulatorios y requisitos documentales estrictos, las herramientas digitales se han mostrado aliadas en la búsqueda de eficiencia, seguridad y agilidad.
"Cuando hablamos de comercio exterior, el costo del error es alto. Un dato incorrecto en una factura o una clasificación fiscal mal llenada pueden significar multas, retención de mercancía y ruptura de contrato", afirmaThiago Oliveira, CEO síSaygo, holding especializada en operaciones internacionales. Según él, la digitalización permite transformar procesos manuales en flujos automatizados, con mayor control y previsibilidad.
Entre las soluciones adoptadas por empresas brasileñas está el uso de plataformas integradas de gestión, como Vision, herramienta desarrollada por Saygo Tech que centraliza información logística, financiera y regulatoria en tiempo real. La tecnología permite el seguimiento de envíos, alertas de pendientes, control cambiario y análisis de indicadores operativos. "La idea es quitar el peso de las rutinas manuales y liberar tiempo para decisiones más estratégicas", explica Oliveira.
Levantamientos recientes del Banco Mundial y de la CNI indican que la burocracia en el comercio exterior brasileño consume, en promedio, 13 días hábiles por operación de importación, el doble de la media global. La automatización ha reducido significativamente ese tiempo, además de aumentar el cumplimiento con las exigencias de organismos como la Receita Federal, Siscomex y MAPA.
Tres puntos clave para empresas que desean digitalizar sus operaciones:
- Mapeo de procesos críticos: identificar los cuellos de botella operativos y los puntos que generan retrabajo, como la emisión de documentos o la gestión de plazos fiscales.
- Gestión de riesgos cambiarios y financieros: integrar el análisis de costos con herramientas de cambio automatizado y proyección de escenarios, evitando sorpresas con la variación del dólar o del euro.
- Integración con proveedores y despachantes: plataformas que permiten comunicación en tiempo real con los agentes involucrados en la operación — como transportistas, tradings y terminales — reducen fallos de información y retrasos.
Oliveira destaca aún la importancia del análisis predictivo. En lugar de simplemente reaccionar ante el retraso de un contenedor, la empresa puede prever cuellos de botella logísticos basándose en datos históricos, tendencias estacionales e incluso en el comportamiento de socios comerciales, explica. Esta visión más estratégica de la operación tiende a ganar relevancia en los próximos años, a medida que aumenta la exigencia de trazabilidad y sostenibilidad en las cadenas globales.
Para empresas que aún operan con procesos fragmentados, la recomendación es iniciar la transición con etapas puntuales. No es necesario digitalizar todo de una vez. Comience con el control de embarques, luego la gestión documental y vaya integrando las áreas poco a poco. Lo importante es tener una visión clara de la ganancia operativa que esto puede generar, concluye Oliveira.