El Gobierno Estatal de Paraná ha estado invirtiendo en una serie de mejoras estructurales para ampliar la capacidad de envío de mercancías al exterior. Entre los compromisos del estado para fortalecer su economía está la expansión de sus puertos y ferrocarriles, dos medidas que deben impactar directamente en el transporte por carretera de cargas (TRC).
Como explica Luiz Gustavo Nery, Director de Transporte de Contenedores y Puertos del Sindicato de Empresas de Transporte de Cargas en Paraná (SETCEPAR), el creciente movimiento en los puertos del estado tiene efectos directos en el TRC, haciendo que la cadena logística sea más dinámica y exigiendo una mayor capacidad operativa de las transportadoras. Con la expansión de la infraestructura portuaria y la modernización de los terminales, el volumen de mercancías transportadas sigue una tendencia al alza.
Según el especialista, este escenario abre nuevas oportunidades, pero también impone desafíos a las transportadoras. El aumento del flujo de cargas requiere una red vial en mejores condiciones, ampliación de la flota, disponibilidad de conductores calificados, además de una logística más integrada con otros modos.
Otro obstáculo que debe surgir en el segundo semestre de este año e impactar el TRC es la entrega del Moegão, en el Puerto de Paranaguá. Esta estructura debe aumentar en un 65% la capacidad de desembarque simultáneo de cargas por tren, que pasará de 550 vagones diarios, actualmente, a 900.
Según Nery, la ampliación del ferrocarril interfiere especialmente en el flujo dematerias primasagrícolas y cargas de gran volumen. Según el especialista, es posible que el modo rodoviario pierda participación en algunas operaciones, reduciendo la demanda para las transportadoras que tradicionalmente atienden a este segmento. Este cambio no necesita ser visto como una amenaza, sino como una oportunidad para adaptación y crecimiento dentro de un nuevo escenario logístico.
El director también comenta que el transporte por carretera puede beneficiarse de esta transformación al fortalecer su integración con el ferrocarril, asumiendo un papel estratégico en el transporte de primera y última milla, conectando a los productores y terminales ferroviarios de manera más eficiente. De esta manera, en lugar de perder espacio, el TRC puede evolucionar y agregar aún más valor a la cadena logística.
De acuerdo con la estrategia de revitalización, el Gobierno del Estado de Paraná invierte R$ 6,4 mil millones para triplicar la carretera BR-277 que une Curitiba al Puerto de Paranaguá, lo que debe mejorar el tráfico en la región hasta en un 20% y reducir el tiempo de viaje, los costos de mantenimiento y aumentar el ahorro de combustible.
Sin embargo, Nery destaca que para que el sector de transporte de carga por carretera pueda seguir este crecimiento, es fundamental que las inversiones se extiendan más allá de la infraestructura. La cualificación de la mano de obra y la optimización de los procesos logísticos terrestres son esenciales para garantizar la competitividad y la capacidad de atender con eficiencia esta nueva demanda. Muchas transportadoras también enfrentan el desafío de expandir sus flotas y modernizar sus procesos para seguir esta evolución.
“La necesidad de una integración más eficiente con el transporte ferroviario exige ajustes en los procesos de transbordo y sincronización de entregas, mientras que la burocracia y las regulaciones ambientales y laborales añaden más complejidad al escenario. Sólo con innovación y eficiencia será posible garantizar un flujo operativo más ágil y sostenible para atender la creciente demanda”, afirma.
Por último, el especialista afirma que otro impacto positivo esperado con la triplicación de la vía es el aumento de la seguridad vial, ya que la nueva infraestructura debería reducir el riesgo de accidentes y proporcionar mejores condiciones de trabajo para los conductores. Una carretera más eficiente hace que Paraná sea un destino aún más atractivo para nuevas inversiones, impulsando el sector del transporte y la economía de la región", finaliza Nery.