En el ámbito del marketing, la identidad visual desempeña un papel esencial en la creación y el reconocimiento de las marcas. Según el experto Eros Gomes, «la identidad visual es la representación de la empresa, manifestada a través de diversos elementos como los colores, el tono de voz, la tipografía y los logotipos, que comunican la esencia y los valores de la marca al público».
Una identidad visual bien planificada puede influir en las decisiones de compra y crear una conexión emocional con los consumidores. Nike, por ejemplo, es mundialmente conocida por su famoso "swoosh". Gomes enfatiza: "Este tipo de reconocimiento inmediato es el resultado de una identidad visual coherente y estratégicamente desarrollada".
Construir una identidad visual sólida también diferencia a una empresa de sus competidores. En un mercado competitivo, destacar es crucial. Una identidad visual única ayuda a una empresa a ser recordada y a construir una imagen positiva. Esto se puede observar en empresas como Apple, cuya manzana mordida se asocia con la innovación, el pensamiento disruptivo y el arquetipo del héroe.
Más allá de los colores y los logotipos, la tipografía y el eslogan son componentes esenciales de la identidad visual. La cuidadosa elección de estos elementos puede expresar eficazmente la personalidad de la marca. «La tipografía y el eslogan son extensiones de la marca, reforzando su mensaje y valores. Piensa en el 'Just do it' de Nike: es simple, pero extremadamente impactante», explica Gomes. «Significa: simplemente hazlo. Ya eres un atleta, no necesitas nada más. Esto es poderoso porque conecta emocionalmente con su público objetivo».
La identidad visual también debe evolucionar con el tiempo, adaptándose a los cambios del mercado y las preferencias del público. Empresas como Globo y Nubank han actualizado sus identidades visuales para reflejar un nuevo posicionamiento y atraer a diferentes públicos. La evolución de la identidad visual debe planificarse cuidadosamente para que la esencia de la marca se mantenga intacta y se adapte a las nuevas realidades.
En resumen, la identidad visual es un pilar fundamental para el éxito de las marcas. No solo proporciona reconocimiento y diferenciación en el mercado, sino que también establece una conexión emocional con el público. Como señala Eros Gomes, «una identidad visual bien desarrollada es una inversión valiosa que puede impactar directamente en la percepción y el éxito de la empresa».

