Tomar decisiones basadas únicamente en la intuición sigue siendo una realidad para muchas empresas brasileñas. Estudios de consultoras como McKinsey, KPMG y Abrappe muestran que el mal aprovechamiento de los datos puede comprometer hasta el 15% de los ingresos, además de generar desperdicios operativos y pérdida de competitividad.
A pesar de la abundancia de tecnología disponible, el 80% de la información operativa no se analiza de forma estructurada, lo que conduce a fallos comunes como promociones ineficientes, rupturas de stock y baja personalización de la experiencia del cliente. En el sector industrial, esto también se refleja en costos elevados, dificultad para prever ventas y patrones desalineados entre unidades.
Para evitar que estos problemas impacten en los resultados, es esencial que los gestores identifiquen prácticas que aún bloquean el uso inteligente de los datos. João Chencci, jefe de Tecnología de AGR TECH, la unidad de tecnología de AGR Consultores, enumera los principales errores que frenan el crecimiento y cómo evitarlos:
Decidir sin prejuicios
Las empresas que no utilizan datos estructurados tienen un rendimiento hasta un 20% inferior. "Cuando la decisión se toma basándose en la intuición, hay desperdicio de recursos y pérdida de oportunidades", explica Chencci.
2. No integrar bases de datos
Información dispersa entre diferentes áreas dificulta análisis precisos. La integración es esencial para crear escenarios confiables y anticipar movimientos del mercado.
3. Ignorar patrones de consumo
Muchas empresas dejan de observar el comportamiento del cliente, perdiendo oportunidades de retención y de crecimiento de ingresos. Las modelaciones analíticas ayudan a prever tendencias y ajustar estrategias en tiempo real.
Fallar en la gobernanza de datos
Sin calidad y actualización constantes, los datos pierden valor y pueden generar decisiones equivocadas. Invertir en procesos de gobernanza es tan importante como recopilar información.
Subestimar la inteligencia analítica
Todavía hay quienes ven la tecnología solo como una herramienta de apoyo. "Cuando se aplica correctamente, deja de ser un soporte y pasa a ser un motor de crecimiento, impactando directamente en el margen y la productividad", refuerza Chencci.