Actualmente, muchas empresas, especialmente en el comercio minorista, utilizan la Inteligencia Artificial (IA) y otras tecnologías para resolver desafíos específicos dentro de sus organizaciones. Algunas están enfocadas en optimizar campañas de marketing, mientras que otras desarrollan estructuras complejas, como lagos de datos, para gestionar grandes volúmenes de datos. Este movimiento está impulsado por diversos factores: el avance de las tecnologías, la propia evolución de la IA y, principalmente, la necesidad de captar la atención del consumidor en medio de una avalancha de estímulos visuales e informativos.
Con la rápida evolución tecnológica, vivimos en una era de Economía de la Atención, donde la atención de los consumidores es uno de los recursos más escasos y más disputados por las marcas. Empresas y plataformas de comercio electrónico compiten diariamente para captar la atención de los usuarios, y las innovaciones en IA y neurociencia aplicada a los negocios permiten no solo medir la atención, sino también garantizar una experiencia de compra más fluida y sin puntos de fricción.
¿Qué es la Economía de la Atención?
La economía de la atención se refiere al hecho de que la atención de los consumidores es un recurso limitado, especialmente en un entorno saturado de información. En el comercio electrónico, esta disputa es aún más intensa. La investigación en neurociencia permite una comprensión más precisa de cómo captar la atención, optimizando campañas publicitarias, navegación por las plataformas, procesos de pago y la usabilidad en general.
La neurociencia y la IA transforman la experiencia del consumidor en el comercio electrónico
Las tecnologías de IA utilizan algoritmos avanzados para replicar procesos biológicos del cerebro humano. En el comercio electrónico, esto significa identificar y predecir cómo interactúan los consumidores con los elementos visuales de un sitio. Al analizar datos visuales y de comportamiento, las empresas pueden reducir fricciones, optimizando el diseño de páginas (por ejemplo, la página principal), productos o el proceso de compra, la forma de exhibición de productos y la experiencia del usuario, asegurando que el consumidor encuentre lo que necesita de manera ágil e intuitiva.
La combinación de la IA, que ya es bastante utilizada por las empresas, con la investigación en neurociencia, permite que las marcas no solo mapeen los procesos automáticos del cerebro — como la percepción del color, el posicionamiento visual y la saliencia — sino también verificar si la experiencia de compra se está creando sin fricciones en el cerebro del consumidor. Además, ayuda a determinar si la marca está construyendo memoria de marca para los usuarios, aumentando así las tasas de conversión, evitando frustraciones que generan emociones negativas y, con ello, facilitando todo el proceso de compra.
Impactos en el futuro del comercio electrónico
La aplicación de la IA en el comercio electrónico no solo mejora la eficiencia de las operaciones, sino que también abre puertas a innovaciones en áreas como logística, personalización y, en especial, en la relación con el cliente. Además del diseño de sitios web y la experiencia de pago, las tecnologías permiten que las marcas ofrezcan un proceso más fluido, reduciendo el abandono de carritos y aumentando la satisfacción del cliente.
La investigación en neurociencia también contribuye a una experiencia de compra más eficiente y memorable, con menos interrupciones y fricciones, lo cual es esencial para garantizar una experiencia positiva y un crecimiento sostenible. Al final, detrás de cada venta siempre hay un ser humano buscando una conexión genuina.
A medida que as tecnologias de IA e neurociência evoluem, as marcas no comércio eletrônico têm uma oportunidade única de melhorar significativamente a experiência do cliente. Sin embargo, el éxito no consiste solo en captar la atención del consumidor, sino en garantizar que se convierta en interacciones positivas y sin fricciones, respetando las preferencias y la privacidad de los usuarios.
En este nuevo paradigma de la Economía de la Atención, la construcción de una marca fuerte y diferenciada, con un posicionamiento de mercado único y un propósito claro, libre de fricciones, se ha convertido en una responsabilidad estratégica de los liderazgos. Ellas necesitan garantizar que las operaciones de comercio electrónico estén alineadas con las expectativas del consumidor moderno, que se adapta rápidamente a las nuevas tecnologías. Sin embargo, aunque el cerebro humano adora lo nuevo, el cambio de comportamiento no es instantáneo.
Entender esta dinámica permite que las empresas trabajen con datos, velocidad y estrategia, integrando la neurociencia para crear conexiones auténticas con los consumidores. Sin embargo, es crucial estar atento aimpuestobatir, métrica que indica cuánto perdió la empresa en ingresos o clientes. Al final, ignorar señales de desconexión con el cliente puede llevar al aumento de esa tasa y comprometer no solo la retención, sino también el crecimiento sostenible ocasionado por no prestar atención al factor humano.