La mayoría de los textos sobre tendencias en logística para 2025 que leerás seguirán una línea similar entre sí. Si me das la oportunidad de adivinar, me atrevo a decir que hablarán sobre datos, inteligencia artificial y sostenibilidad. Prefiero comenzar con una premisa diferente: una de las principales tendencias en el transporte de cargas para 2025 es el cambio – en curso – de la visión que muchas empresas tienen hoy sobre la logística.
Quien no entendió esta nueva visión ya comenzó a quedarse atrás. Aunque parezca utópico, pensar en la estrategia logística de aquí en adelante requiere imaginar un futuro en el que todos los camiones de la flota que atiende a su empresa viajen siempre llenos. Al realizar una entrega, tendrán otra programada en la agenda, agregarán inteligencia a la elección de las cargas. Ningún kilómetro será recorrido en vano. Todo conductor podrá entregar más utilizando menos recursos. Este es el nuevo parámetro.
Aunque hasta ahora nadie haya logrado el deseado 100% de aprovechamiento, este tipo de visión es al menos una buena guía. Sí, se trata de una nueva carretera. La visión de conducir con el camión siempre lleno está impulsada por equipos con un profundo conocimiento de la rutina del transporte, que utilizan su experiencia para innovar, reestructurar el flete según los nuevos tiempos y convertir la digitalización en una de sus herramientas de alto rendimiento.
Por supuesto que hay obstáculos. Según estimaciones del mercado brasileño, los camiones aún circulan vacíos en promedio entre el 30% y el 40% de su tiempo. Las organizaciones han percibido, sin embargo, que no hay alternativa para mantenerse competitivas en el mercado que no sea adoptar una nueva visión sobre la logística. Se ha vuelto más evidente la diferencia entre las empresas que se quedaron en lo analógico y las que supieron incorporar cambios para dar un salto en nivel de servicio, agilidad y reducción de costos.
Por eso, no me gusta decir que la tecnología es tendencia para 2025. Año tras año, la tecnología encaja en esta categoría, no es ninguna novedad. Según la consultora McKinsey, solo el 13% de las organizaciones en Brasil que digitalizaron parte de sus cadenas de suministro logran aprovechar todo el potencial de lo que han implementado. Entonces, la tecnología llegó, ¿y cuál fue la consecuencia de esto?
Si en muchos casos los resultados de la llegada de recursos tecnológicos aún no han llegado a su máximo esplendor, observo al interior de las empresas que hay una mayor percepción de la necesidad de organizarse para ampliar los efectos de la innovación.
Existe una conciencia de que necesitamos involucrar experiencia en transporte, revisar y simplificar procesos, capacitar a las personas, retomar la estrategia del transporte de cargas dentro de las organizaciones y, con visión sistémica, abarcar todo lo que pueda generar eficiencia operativa en la logística. Es decir: nunca perder de vista la posibilidad de conducir con el camión lleno todo el tiempo.
La nueva visión sobre la logística es lo que nos hace comprender mejor el papel de la sostenibilidad en la carretera también. Fomentar una inteligencia sostenible con soluciones que ya nacen con impactos reducidos, ayudando a consumir menos combustible, generar menos gases nocivos para el medio ambiente y aumentar la calidad de vida de los profesionales involucrados en la logística. Más que una tendencia en sí misma, la sostenibilidad es la nueva visión de la logística, que no puede existir sin estos principios.
¿Y su empresa? ¿Ya cambió la visión que tiene sobre la logística?