ComenzarArtículos¿Tus metas son ambiciosas o perezosas?

¿Tus metas son ambiciosas o perezosas?

Creo y defiendo fervientemente que para lograr nuestros objetivos, tanto en la vida personal como en la profesional, necesitamos aprender a establecer metas. Sé que lo que estoy diciendo puede parecer simple, sin embargo, muchas personas piensan que definir una meta es solo escribir lo que desean alcanzar en un papel y listo, está hecho, pero no sospechan que se trata de un proceso más complejo.

Por ejemplo, en el entorno laboral, cuando establecemos una meta para el equipo, que debe cumplirse en un período determinado, necesitamos descubrir y mapear cuáles serán los caminos que utilizaremos para lograrla. Y para ello, tenemos que conocer el grado de dificultad y si nosotros, junto con el equipo, poseemos las herramientas necesarias para poner en práctica la teoría.

Sin embargo, para mí, el problema está precisamente cuando alcanzamos las metas de forma fácil o demasiado rápida. Debes estar preguntándote: ¿pero eso no es algo positivo? No siempre. En algunos casos, puede demostrar el compromiso de los colaboradores para alcanzar el resultado esperado, pero en otros, haber alcanzado la meta con tanta rapidez puede significar que era una meta perezosa frente al potencial del equipo.

Una meta que considero perezosa es aquella en la que tenemos prácticamente un 90% de certeza de que alcanzaremos, no importa el camino o las herramientas, pero insistimos en definirla para poder marcarla como cumplida al final del año y decir que fue lograda. Este comportamiento ya no debe ser adoptado por las empresas, ya que da esa falsa impresión de desafío cumplido, cuando en realidad, no hubo ningún desafío.

La importancia de tener metas claras y ambiciosas no es un tema nuevo. De 1979 a 1989, la Universidad de Harvard preguntó a sus graduados: ¿Estableciste metas claras y por escrito para tu futuro? ¿Has establecido los planes para concretarlas? Solo el 3% de los graduados tenían metas claras, por escrito y con planes de acción; el 13% tenían metas, pero no las tenían por escrito y tampoco tenían planes de acción para alcanzarlas. El otro 84% no tenía ninguna meta específica, aparte de terminar el año escolar y disfrutar del verano.

Diez años después, en 1989, los investigadores volvieron a entrevistar a las mismas personas. Constataron que el 3% que tenían metas y planes claramente definidos, por escrito, ganaban, en promedio, diez veces más que los otros 97% juntos! Es decir, esto solo muestra la importancia de lo que estoy diciendo, y que metas ambiciosas sí pueden marcar la diferencia en los resultados que esperamos alcanzar.

Este es un concepto incorporado en una gestión que adopta los OKRs – Objectives and Key Results (Objetivos y Resultados Clave) –, ya que te ayuda a evitar las metas que considero perezosas e imponer metas más ambiciosas. Claro que no estoy diciendo que pongas cosas que sean imposibles de cumplir, pero a partir del momento en que subimos de nivel, comenzamos a explorar diferentes habilidades.

Los OKRs ayudarán mucho en este proceso, ya que al trabajar con ciclos más cortos, generalmente de tres meses, hacen posible detectar los posibles errores que puedan surgir en el plan de ejecución de la estrategia. De esta manera, es viable volver a calcular la ruta, recordando siempre trabajar por resultados, con enfoque y claridad para cumplir la meta en el tiempo establecido previamente.

Como dice Steven Kotler, algunas metas son imposibles, pero otras son imposibles hasta que alguien las alcanza. ¡Concéntrate en eso!

Pedro Signorelli
Pedro Signorelli
Pedro Signorelli es uno de los mayores especialistas de Brasil en gestión, con énfasis en OKRs. Ya movió con sus proyectos más de R$ 2 mil millones y es responsable, entre otros, del caso de Nextel, la implementación más grande y rápida de la herramienta en las Américas. Mais informações acesse: http://www.gestaopragmatica.com.br/
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