La importancia del marketing positivo en los Programas de Cumplimiento es crucial para el éxito de estos programas dentro de las organizaciones. El cumplimiento, en un contexto más convencional, se refiere al cumplimiento de las leyes, regulaciones y políticas internas que garantizan que la empresa opere de forma ética y legal. Sin embargo, el simple cumplimiento de las regulaciones no es suficiente; es necesario crear una cultura de cumplimiento dentro de la empresa. El marketing positivo desempeña un papel fundamental en este proceso, ayudando a promover el cumplimiento como algo esencial, valioso y beneficioso, en lugar de ser visto simplemente como una obligación o un conjunto de restricciones.
Para que se hagan una idea, una encuesta realizada por Deloitte , empresa especializada en soluciones de auditoría y consultoría, reveló que el 73 % de las empresas brasileñas desean y planean invertir en capacitación para cumplir con las regulaciones para finales de 2024. La misma encuesta también mostró que el cumplimiento contribuyó al crecimiento financiero del 89 % de las empresas entrevistadas. Este es solo uno de los factores que contribuyen al programa, por lo que su implementación en las organizaciones es tan importante.
Inicialmente, el marketing positivo crea un entorno donde el cumplimiento normativo se entiende y se acepta como un aliado comercial, no como una carga. Al destacar los beneficios de una cultura ética, como proteger la reputación de la empresa, analizar los riesgos y mejorar el ambiente laboral, el marketing positivo hace que el programa sea más atractivo para los empleados. Cuando comprenden que el cumplimiento normativo protege a la empresa y también su seguridad laboral, los empleados tienden a involucrarse más con las políticas y prácticas de cumplimiento normativo. Esto genera una mayor adhesión y, en consecuencia, una tendencia hacia la reducción de las infracciones y desviaciones éticas.
Además, el marketing positivo ayuda a desmitificar el cumplimiento normativo, que a menudo se percibe como algo puramente técnico, distante y punitivo. Un programa de cumplimiento no debe basarse únicamente en normas, sanciones y auditorías. Por el contrario, debe verse como una herramienta que impulsa la integridad y el crecimiento de la empresa. Con un enfoque de marketing adecuado, es posible transformar el discurso en torno al cumplimiento normativo, destacando casos de éxito y mostrando cómo puede ser un diferenciador competitivo. Por ejemplo, las empresas que siguen prácticas estrictas de cumplimiento normativo son percibidas como más confiables en el mercado, lo que atrae a clientes y socios comerciales. Esta percepción positiva debe difundirse ampliamente, tanto interna como externamente.
Internamente, el marketing positivo puede implementarse mediante campañas educativas, capacitación interactiva y comunicación constante sobre la importancia del cumplimiento normativo en las operaciones diarias de la empresa. Herramientas como boletines informativos, videos informativos y talleres ayudan a reforzar el mensaje de que el cumplimiento normativo es responsabilidad de todos y que incluso es posible recompensar las actitudes positivas al respecto. Cuando se reconoce y recompensa a los empleados por actuar de acuerdo con los estándares éticos y legales, se refuerza una cultura proactiva en materia de cumplimiento normativo.
Externamente, la empresa puede utilizar el marketing positivo para comunicar al mercado y a la sociedad su compromiso con prácticas comerciales responsables. Esto puede lograrse mediante informes, campañas publicitarias que muestren los valores éticos de la empresa y la participación en iniciativas de responsabilidad social corporativa. En estos casos, el marketing positivo ayuda a fortalecer la reputación de la empresa y a aumentar la confianza de inversores, clientes y socios comerciales.
El futuro del cumplimiento normativo en las empresas es muy prometedor. Un estudio realizado por KPMG, firma de auditoría y consultoría, reveló que el 75 % de los altos ejecutivos en Brasil considera esencial un programa de cumplimiento normativo para su empresa.
En resumen, el marketing positivo en los Programas de Cumplimiento es fundamental para crear un entorno donde la ética se considere parte esencial de la cultura organizacional de la empresa, y no un conjunto de normas rígidas y restrictivas. Facilita el compromiso de los empleados, mejora la imagen de la empresa y puede reducir los riesgos, convirtiendo el cumplimiento en una herramienta estratégica para la viabilidad a largo plazo de la empresa. Al promover una visión positiva y centrada en el valor del cumplimiento, las empresas pueden implementar Programas de Cumplimiento más eficaces, con mayor adherencia y resultados sostenibles.
