Según el estudio de McKinsey "El estado de la IA a principios de 2024: La adopción de la IA aumenta y comienza a generar valor", para 2024, el 72 % de las empresas a nivel mundial habrán adoptado el uso de la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, la realidad en el sector minorista es muy distinta. Según el informe de Gartner "Perspectivas de la agenda del CIO para la industria y el comercio minorista", actualmente menos del 5 % de las empresas de este segmento utilizan soluciones de IA para crear datos sintéticos de clientes que simulan datos reales.
En este contexto, resulta alentador saber que, según el informe de Gartner, para finales de 2025, nueve de cada diez minoristas planean implementar IA para transformar la experiencia del cliente de forma más personalizada y eficiente. Además de mejorar la experiencia de compra del consumidor, esta tecnología puede revolucionar la gestión de las operaciones minoristas, permitiendo análisis precisos y estratégicos.
Entre los numerosos beneficios que la IA puede aportar al comercio minorista, destaca la posibilidad de recopilar, almacenar y analizar datos para identificar patrones de compra de los clientes, comprender los productos más vendidos y predecir la necesidad de reposición. Este recurso ayuda a reducir los costes asociados al inventario innecesario y el desperdicio de producto, y a prepararse para los picos de demanda debidos a la estacionalidad.
Con una base de datos estructurada por IA, los minoristas pueden desarrollar estrategias de marketing específicas, promociones segmentadas, ofertas especiales y recomendaciones personalizadas. De esta forma, además de impulsar las ventas, la tecnología contribuye a la fidelización de los clientes.
Es una situación en la que todos ganan; después de todo, el minorista debería ver mejores resultados, mientras que los clientes siempre tendrán sus productos y marcas favoritos disponibles, a menudo con promociones.
La IA también promete ser de gran ayuda para los minoristas en la gestión operativa y financiera de sus tiendas, ayudándoles a controlar mejor el inventario y a evitar pérdidas. Un ejemplo de ello es la "lista de selección", que sería la "lista de compras" del minorista para ese momento. La IA ya consideraría el inventario actual, el efectivo disponible, las previsiones de ventas para los próximos días o semanas (considerando la estacionalidad) y las fechas de caducidad de los productos para generar una lista de compras precisa. Un proceso de compra más asertivo reduce las pérdidas y mejora el flujo de caja del minorista, lo que puede repercutir en el precio final del producto, lo que permite un funcionamiento más eficiente del sistema de ventas.
En resumen, la IA está disponible para los minoristas y les permite tomar decisiones más informadas, optimizar sus operaciones y ofrecer una experiencia más personalizada a los consumidores. Al adoptar esta tecnología, los emprendedores pueden competir con mayor eficacia en un mercado altamente dinámico y competitivo. En este escenario, se espera que el mercado global de herramientas de IA en el comercio minorista crezca exponencialmente, alcanzando, según las proyecciones de Statista, los 31 000 millones de dólares estadounidenses para 2028. Con estas innovaciones, la IA no solo facilita las ventas, sino que también las transforma radicalmente, haciéndolas más ágiles, eficientes y centradas en el cliente.
