En la película clásica de 1996, "Un héroe de juguete", Arnold Schwarzenegger interpreta a un padre desesperado por encontrar, en la víspera de Navidad, un juguete que está agotado. Es posible identificarse con el arrepentimiento de quien dejó para hacer las compras en el último minuto, pero es poco probable que un profesional de logística del área de comercio minorista tenga el mismo problema. Para garantizar el inventario, es necesario comenzar una planificación meticulosa con hasta doce meses de antelación.
Normalmente, los minoristas comienzan a comprar los artículos de Black Friday y Navidad en septiembre, cuando también aumenta el flujo de transporte. La mayor parte de las mercancías se envía por vía marítima entre agosto y octubre, y la otra, de productos más urgentes o inesperadamente populares, se embarca por vía aérea a partir de mediados de septiembre.
Este año, sin embargo, todo indica que la temporada alta de transporte marítimo está ocurriendo dos meses antes de lo habitual. Ya se está anticipando los embarques marítimos por varias razones: mayor capacidad de almacenamiento en los puertos, una caída inesperada y breve en el valor del flete y el intento de evitar posibles interrupciones en el transporte debido a las negociaciones laborales en los puertos de la Costa Este y el riesgo de aumento de las tarifas chinas después de las elecciones de noviembre. Outro factor que contribuye a esto son los continuos problemas de capacidad en los barcos, causados por las amenazas a los transportadores que transitan por el Mar Rojo y por la congestión en los puertos en Asia.
Además de estos desafíos globales, Brasil también enfrenta cuestiones particulares que afectan la logística, especialmente durante la temporada alta. Uno de los principales factores es el congestionamiento crónico en los principales puertos del país, como Santos y Paranaguá. Este congestionamiento puede causar retrasos en el movimiento de mercancías, lo que puede generar un aumento en el tiempo de espera de los barcos. Con la llegada anticipada de la alta temporada, estos problemas se agravan, ya que el aumento en el volumen de embarques eleva aún más la presión sobre la infraestructura portuaria. Para mitigar estos desafíos, es crucial que los minoristas brasileños planifiquen con anticipación y consideren la posibilidad de redirigir sus cargas a puertos menos congestionados o incluso invertir en opciones de transporte intermodal. La colaboración estrecha con proveedores de logística que tengan la capacidad de ajustar rutas puede ser decisiva para garantizar que los productos lleguen al mercado en el momento adecuado.
El mercado del transporte aéreo también está empezando a sobrecargarse con volúmenes de comercio electrónico que salen de la región Asia-Pacífico, lo que complica la planificación para aquellos que llegan tarde a reponer sus existencias para las festividades de fin de año.
¿Qué hacer para ayudar al minorista que perdió ese movimiento de anticipación de los envíos de la temporada alta? En el pasado, sería más difícil atender a estos clientes. Pero, desde la pandemia, la industria de la cadena de suministro se ha adaptado para lidiar con interrupciones en los flujos comerciales. Es probable que los proveedores de logística implementen planes de contingencia y utilicen soluciones creativas para llevar las mercancías al lugar donde serán adquiridas. Ejemplos de esto incluyen redirigir cargas por diferentes puertos y mezclar modos de transporte, como marítimo y aéreo, para evitar áreas de alto riesgo o cuellos de botella.
Otra ventaja es que la tecnología ha avanzado y más proveedores de logística pueden ofrecer visibilidad sobre el flujo de cargas y eventos, permitiendo reacciones en tiempo real. La combinación de IA y análisis de datos está revolucionando el cálculo del tiempo de llegada de los barcos, considerando una gama más amplia de variables, desde condiciones meteorológicas hasta el rendimiento del vehículo, para proporcionar predicciones más precisas que apoyan la planificación. Esto favorece particularmente a aquellos minoristas que ponen a disposición de sus proveedores sus propios datos. Trabajar con socios que ofrecen una solución de logística de punta a punta y que poseen tecnología avanzada puede permitir adaptaciones para recomponer inventarios más fácilmente.
En última instancia, tal vez el minorista tenga que asignar presupuesto para envíos premium. Para los productos más demandados y los bienes de alto valor, es necesario minimizar el riesgo de falta de inventario utilizando opciones de transporte que ofrezcan mayor capacidad y tiempos de tránsito más rápidos. Servicios intermodales, por ejemplo, pueden ofrecer reducciones significativas en el recorrido y, en algunos casos, ya tener espacio garantizado reservado con transportadoras aéreas y marítimas. El LCL (carga menor que un contenedor), aunque más caro que los contenedores completos, a menudo tiene prioridad con los transportistas marítimos.
Quizás la noticia más tranquilizadora de todas sea que, aunque la temporada alta llegó más temprano en 2024, la cadena de suministro está mejor posicionada que nunca para lidiar con lo inesperado. Aún hay oportunidad para actuar y garantizar que los productos estén disponibles para los clientes. En este escenario, la clave del éxito será la capacidad de adaptarse rápidamente y explorar nuevas soluciones. Quien logre mantener un enfoque flexible y estratégico, aprovechando al máximo la tecnología y los recursos disponibles, estará mejor preparado para superar las dificultades y atender la demanda. Al enfrentar estos desafíos con creatividad y resiliencia, no solo cumplirán con las expectativas de los clientes, sino que también fortalecerán su posición en el mercado para el futuro.