Desde la explosión de los modelos generativos de inteligencia artificial, la temática se convirtió en un tema central en los debates en todas las áreas de actuación, sobre todo en el mundo corporativo. Al mismo tiempo que varias compañías invierten para intentar perfeccionar el potencial de la tecnología, otras aún buscan entender el impacto real y los cambios que estas soluciones representan en el futuro del mercado laboral, incluso con la desaparición y aparición de profesiones.
En un estudio reciente de la International Business Machines Corporation (IBM) que involucra a más de 3 mil ejecutivos de 28 países, la organización advierte que la IA será una pieza determinante para cambiar la forma en que trabajamos, además de redefinir las posibilidades de carrera y generación de ingresos. Según el estudio, cuatro de cada diez trabajadores, lo que equivale a aproximadamente 1,4 mil millones de profesionales en todo el mundo, necesitarán reentrenarse, ya que sus empleos serán directamente afectados por la automatización y la tecnología.
En principio, los cargos de nivel básico presentan más riesgos, mientras que las funciones especializadas o orientadas al análisis estratégico de datos son vistas como menos vulnerables por los ejecutivos. Para tener una idea del tamaño del impacto proyectado, el informe de IBM también señala que las empresas que implementen la IA en su día a día deben presentar una perspectiva de crecimiento promedio anual en torno al 15%.
Ante este escenario, surge una cuestión importante: ¿cómo pueden los profesionales aprovechar estas transformaciones para intentar diversificar sus fuentes de ingreso y fortalecer sus carreras? En esta coyuntura en la que el concepto de empleo debe ser redefinido, trabajos bajo demanda, servicios remunerados y aplicaciones de ingresos adicionales se muestran como alternativas fundamentales para garantizar estabilidad financiera.
Para muchos, los servicios de ingresos adicionales deben representar no solo un complemento de ingresos, sino su nueva realidad profesional. Porque, además, la flexibilidad proporcionada por las plataformas que ofrecen ese modelo trae consigo el potencial de atender tanto a quienes necesitan compensar la pérdida de un empleo fijo, como a quienes buscan una forma de ganar autonomía sin depender exclusivamente de un solo empleo.
Esto es posible porque la actuación bajo demanda crea una gama de opciones más amplia, donde profesionales de diferentes cualificaciones pueden ofrecer conocimientos especializados, incluso para diversas áreas. Como resultado, el profesional puede aumentar su exposición y atractivo para el mercado, reduciendo drásticamente su dependencia de un único empleador. Aún así, es fundamental garantizar nuevas competencias y habilidades para diferenciarse en un mercado que será más competitivo.
El hecho es que el avance de la IA y la automatización trae consigo desafíos evidentes, pero también ofrece oportunidades para los trabajadores. Frente a un escenario cada vez más impredecible, la flexibilidad ofrecida por los modelos bajo demanda permite a los profesionales adaptar sus trayectorias hacia un futuro en el que la seguridad del empleo tradicional está cada vez más lejana. Reconocer lo antes posible esa realidad será esencial para mantenerse relevante y, sobre todo, mantener la estabilidad financiera.