Brasil se prepara para implementar una serie de estrategias sostenibles e innovadoras que prometen transformar el panorama de la movilidad del país y revolucionar el transporte brasileño para 2030. Esta es la fecha límite establecida por la ONU en la Agenda 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todas las personas.
En Brasil, Mover 2030 (Movilidad Verde e Innovación) es un programa del Gobierno Federal, desarrollado por el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), que establece directrices para la industria automotriz que fomentan el desarrollo tecnológico, la competitividad y la sostenibilidad ambiental. Entre sus iniciativas, el programa promueve una mayor inversión en eficiencia energética, con límites mínimos de reciclaje en la fabricación de automóviles y reducciones fiscales para las empresas menos contaminantes.
Uno de los principales objetivos del programa es la incorporación de tecnologías avanzadas que fomenten una movilidad más limpia y eficiente en los automóviles brasileños. Entre las innovaciones previstas se encuentran los vehículos autónomos, que utilizan sistemas de inteligencia artificial y sensores avanzados para navegar y operar sin intervención humana, y la electromovilidad , que prevé que para 2030 entre el 10 % y el 30 % de los vehículos nuevos vendidos serán eléctricos o híbridos. Para lograrlo, se prevé la expansión de la infraestructura de carga e incentivos gubernamentales para promover la adopción de estos vehículos. Además, la integración de las tecnologías del Internet de las Cosas (IdC) permitirá una gestión más eficiente de la flota, optimizando las rutas y reduciendo el consumo de combustible.
Sin embargo, para imaginar el futuro de la movilidad es esencial comprender la diferencia entre tendencias y olas, ya que cada una de estas categorías representa diferentes niveles de impacto y longevidad en el panorama de la movilidad.
Las tendencias son cambios a largo plazo que apuntan en una dirección clara y continua, como la creciente adopción de vehículos eléctricos e híbridos en Brasil, impulsada por una mayor conciencia ambiental, avances tecnológicos y políticas gubernamentales que incentivan la reducción de las emisiones de carbono. Las olas, por otro lado, son cambios que cobran impulso rápidamente y nos muestran oportunidades emergentes con el potencial de transformar el mercado, sin exhibir una gran durabilidad. Un ejemplo es el creciente uso de aplicaciones de viajes compartidos, que han transformado radicalmente nuestra concepción de la movilidad urbana y cómo nos desplazamos por la ciudad.
Es importante considerar que el futuro de la movilidad va más allá de los vehículos eléctricos y los medios de transporte menos contaminantes. Implica una visión estratégica que abarque decisiones conscientes orientadas al progreso empresarial sostenible y duradero. Por lo tanto, la transformación digital no es solo una tendencia, sino una necesidad para afrontar los retos de la movilidad moderna. A largo plazo, también nos apoyamos en el uso de tecnologías avanzadas, junto con la inteligencia de datos, para reducir las emisiones globales de carbono, ya que sabemos que el 20 % del CO2eq (dióxido de carbono equivalente) emitido a la atmósfera proviene del transporte.
El futuro de la movilidad no es una especulación lejana, sino un viaje que ya ha comenzado. La transición a vehículos eléctricos e híbridos, la digitalización y automatización de los procesos de gestión de flotas y la adopción de tecnologías sostenibles son solo algunos de los cambios que están redefiniendo nuestra forma de desplazarnos. El futuro de la movilidad también implica cambios de mentalidad. Este es el caso de Move for Good, el programa de sostenibilidad de Edenred, que ha cumplido dos años y está en línea con el compromiso del Grupo de reducir sus emisiones y alcanzar el carbono neto cero (un equilibrio entre la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos y la cantidad eliminada de la atmósfera, acercándose lo más posible a cero) para 2050. El programa consta de tres pilares: Medir y Reducir, que busca impulsar la gestión de emisiones y la adopción de buenas prácticas para la descarbonización de flotas; Compensar y Preservar, que busca compensar las emisiones de gases de efecto invernadero que no se pudieron reducir o evitar mediante proyectos certificados y apoyar la preservación de la biodiversidad; y Concienciación, que fomenta una cultura que promueve la movilidad sostenible impulsando la transformación del comportamiento.
Con la Agenda 2030 de la ONU y el programa Mover 2030 en Brasil estableciendo directrices e incentivos para un futuro más verde, las empresas tienen expectativas claras para los próximos años de movilidad, promoviendo la reducción de costos y la reducción de emisiones de CO2e (dióxido de carbono equivalente), además de facilitar la gestión de flotas, para transformar el futuro de la movilidad en Brasil en una realidad concreta que incentive prácticas sustentables beneficiosas para las empresas, las personas y el medio ambiente.
