Estar desconectado, frente a un mercado cada vez más digital, parece algo improbable, pero es la realidad de la mitad de los ejecutivos. Datos recientes publicados en una encuesta de la FGV identificaron que el 45% de los CEOs están fuera de LinkedIn, la red social con mayor presencia de ejecutivos C-suite con perfiles profesionales, algo extremadamente perjudicial para la conquista de futuras oportunidades y una progresión positiva de sus carreras.
Según el estudio, solo el 5% de los CEOs analizados son altamente activos en LinkedIn, con más de 75 publicaciones anuales. Los otros, terminan apareciendo esporádicamente en la red social, algo que, ciertamente, puede comprometer su destaque y atracción frente a posiciones mejores. Al final, esta plataforma es, hoy en día, considerada una de las mayores vitrinas globales del mercado, funcionando como una base de datos mundial, viva y actualizada constantemente, optimizando y agilizando la contratación de profesionales.
En términos de empleabilidad, la red social funciona como un currículum activo, donde no es necesario, necesariamente, realizar publicaciones frecuentes sobre temas de su sector, sino que es importante destacar sus experiencias, mayores logros y objetivos profesionales. Quien no es visto allí, en consecuencia, difícilmente entrará en el radar de los reclutadores que utilizan la plataforma para buscar candidatos adecuados al perfil deseado para una determinada vacante.
El propio LinkedIn compartió que el 65% de los usuarios brasileños utilizan la red para postularse a empleos, además de ser considerada, para ¼ de la población nacional, la principal herramienta del mercado para esa función. En ese sentido, es estratégico que los ejecutivos mantengan sus currículums actualizados en la red, para que entren en el radar de los reclutadores y puedan destacarse para oportunidades que les brinden mayores logros para su ascenso profesional.
Un buen currículum en esta red debe estar siempre actualizado, destacando no solo los cargos que ha ocupado y las fechas correctas de cuánto tiempo permaneció en cada uno, sino también cuáles fueron sus mayores y mejores entregables, resaltando sus proyecciones de carrera y qué camino está construyendo para ello. Esta información debe ser coherente con las aspiraciones profesionales, evitando frustraciones al postularse para vacantes en las que no se poseen las experiencias o habilidades necesarias para cubrirlas.
Asegúrate de que tu perfil esté completo y coherente con tu trayectoria y objetivos deseados, para que, cuando los reclutadores busquen talentos adecuados, puedan encontrar tu página a través de palabras clave relacionadas con lo que está incluido en tu currículum. Al final, la experiencia comprobada será crucial en el análisis de las competencias buscadas y en la evaluación de la compatibilidad entre la empresa y el candidato en cuestión.
Pero, en lugar de esperar pasivamente esos contactos, un buen profesional es proactivo en la búsqueda de sus deseos de carrera. Él debe buscar las posiciones que considere relevantes para sus objetivos y postularse, y no esperar a que ellas lleguen hasta él. Este es un comportamiento que, sin duda, aportará un diferencial atractivo para su destaque y posibilidades de conquistar el puesto ofertado.
Incluso si, incluso ante estos cuidados, no se observa ningún retorno o llamada positiva, lo ideal es acudir a la orientación de una consultoría especializada que identifique el problema y pueda ayudarle a destacarse ante futuras oportunidades. Las oportunidades no faltarán en esta red que crece cada vez más en el mercado, la cual no puede ser descuidada por aquellos que aspiran a un mayor destaque en sus carreras.
