ComenzarArtículosMadurez digital: cómo pasar de la informatización puntual a una transformación estructurada

Madurez digital: cómo pasar de la informatización puntual a una transformación estructurada

A pesar de tantos avances, la transformación digital en Brasil aún está en sus etapas iniciales. Según el Mapa de Madurez Digital 2024, elaborado por la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) y Sebrae, el índice medio de madurez digital de las micro y pequeñas empresas brasileñas es de solo 35 puntos en una escala de 0 a 80. En este contexto, solo el 27% de estas empresas tienen sistemas de gestión integrados, y el 34% han implementado políticas de ciberseguridad y protección de datos.

El dato es preocupante, sobre todo cuando se observa que la digitalización, en Brasil, todavía se trata comúnmente como un esfuerzo puntual de informatización, que generalmente está vinculado a la implementación de un nuevo sistema, migración de archivos a la nube o apertura de un canal en línea de atención. La transformación digital, por otro lado, trata de algo más estructural, como revisar modelos de negocio, resignificar jornadas y crear valor a través de la tecnología.

El año pasado, una encuesta realizada por Deloitte indicó que el 67% de las organizaciones brasileñas afirmaron que aumentar las inversiones en tecnología está entre sus tres prioridades estratégicas. El estudio también mostró que el 56% planeaba aumentar los gastos en automatización, inteligencia artificial (IA) y análisis de datos en los próximos 12 meses. Una señal clara de que la madurez digital está en marcha, pero requiere presupuesto y visión estratégica.

De esta manera, es fundamental entender que empresas ya nacidas con este ADN digital, como fintechs, healthtechs y grandes plataformas de comercio electrónico, tienen la ventaja de tener la tecnología en el centro de la operación. En paralelo, las organizaciones más tradicionales que entendieron este movimiento y utilizaron la transformación digital como palanca también lograron reinventarse, adaptando sus servicios, optimizando procesos y creando nuevas fuentes de ingresos. Cabe destacar, sin embargo, que este proceso no ocurre de forma automática ni sin riesgos.

Uno de los grandes desafíos es, sin duda alguna, la seguridad cibernética. Con el aumento de ataques dirigidos y regulaciones más exigentes, como la LGPD, la confianza digital se ha vuelto esencial. Por eso, proteger sistemas, datos y usuarios es tan relevante como entregar valor. Y eso solo es posible cuando hay un compromiso claro de la liderazgo, integración entre áreas de tecnología, negocio y gobernanza, además de una cultura de seguridad bien establecida.

Emerson Altomani
Emerson Altomani
Emerson Altomani es vicepresidente de Ventas y Marketing de Betta Global Partner.
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