Comprar en línea ya se ha convertido en algo rutinario para muchas personas. Pero, ¿y si pudieras adquirir los productos deseados mientras ves una transmisión en vivo de la empresa que te gusta o, incluso, a través de influencers que sigues? Esta es la propuesta del live-commerce, una estrategia de ventas que está triunfando en otros países y que ya está siendo explorada positivamente por grandes marcas locales, con un enorme potencial para ser aún más invertida en las empresas nacionales para ampliar su alcance en el mercado y, con ello, potenciar sus ganancias.
La adherencia a esa estrategia ha sido significativamente mejorada a lo largo de los últimos años en todo el mundo. En China, por ejemplo, los datos publicados en el Informe de Desarrollo de Alta Calidad de la Industria de Comercio Electrónico con Transmisión en Vivo mostraron que la tasa de penetración de este tipo de comercio electrónico creció del 4,9% al 37,8% entre 2019 y 2023, alcanzando aproximadamente 597 millones de usuarios solo en el año pasado.
Esta popularidad fue rápidamente percibida por otras naciones, incluso en Brasil. Este año, muchas marcas aprovecharon para probar esta estrategia de unión de las transmisiones en vivo con las ventas en línea en el Black Friday, logrando facturaciones enormes que llamaron la atención del mercado sobre las posibilidades y oportunidades que el live-commerce puede ofrecer a sus negocios.
Después de todo, además de que muchos brasileños tienen el hábito de comprar frecuentemente en línea, favorecido aún más por el crecimiento de las redes sociales, también hemos sido testigos de la popularidad de las transmisiones en vivo en el país en los últimos años, principalmente debido a la pandemia, donde, por estar en casa, las operaciones digitales terminaron convirtiéndose en la única forma para que muchas empresas permanecieran abiertas de forma remota.
Los influencers también ganaron protagonismo en este sentido, formando alianzas con ciertas marcas para promover la difusión de sus productos a su leal red de seguidores. Al convertirse en portavoces, transmiten a sus fans credibilidad y seguridad en la promoción de estos artículos, involucrando a cada vez más personas en la adquisición de estos productos.
Cronológicamente, esta estrategia de ventas en una transmisión en vivo no es una novedad en el mercado, ya que muchas emisoras, en el pasado, ya lo hacían a través de discursos de escasez de sus artículos, con el objetivo de generar un sentido de urgencia de compra por parte de los consumidores. Lo que está ganando tanta repercusión actualmente con el live-commerce es el hecho de posibilitar, con el apoyo de las redes sociales, influencers y herramientas tecnológicas, una mayor interactividad y personalización de sus productos.
En estas transmisiones en vivo, las empresas pueden hacer que la relación con su público objetivo sea más dinámica y menos rígida que con el comercio electrónico tradicional. Aprovechar el seguimiento en tiempo real de sus clientes para interactuar a través de preguntas y respuestas, realizar ofertas exclusivas para quienes estén viendo, hacer encuestas, sorteos y muchas otras actividades que involucren, atraigan y retengan cada vez más personas.
Muchas emisoras nacionales también están explorando este esquema en sus programas, con el objetivo de alcanzar a un público poco afín a las redes sociales y que también tenga interés en ciertos productos. Una estrategia bastante inteligente en términos de ventas, aumentando la capilaridad de alcance más allá de lo digital.
El mercado de live-commerce aún tiene mucho por expandirse, teniendo espacio suficiente para que las empresas innoven, sean creativas y fomenten su nombre frente a los competidores. Pero, al igual que en todo comercio, los mismos desafíos en términos de atención se mantienen, lo que resalta la importancia de cuidar toda la logística de comunicación con su público antes, durante la transmisión y en el postventa.
Si bien las redes sociales son un escenario muy atractivo para esto, hay todavía un amplio marco detrás que sustenta este proceso, el cual debe estar compuesto por estrategiasomnicanalque combinan canales digitales robustos para complementar el recorrido del cliente, para que pueda elegir dónde y cómo comunicarse con sus marcas.
Con una base de consumidores bien estructurada, existen muchos canales de comunicación que se pueden explorar para dar a conocer la realización de estas transmisiones en vivo, anunciar los productos que se promocionarán y, luego de la transmisión, continuar atendiendo a los clientes con la misma interacción y personalización, y apoyarlos con cualquier demanda que puedan tener posteriormente.
Un gran recurso que tenemos hoy en el mercado, en este sentido, es RCS, el sistema de mensajería de Google que permite el envío de textos, imágenes, gifs y un completo carrusel en mensajes, asegurado por un sello de autenticación de empresa verificado por la propia multinacional.
Mucho aún puede ser explorado por las empresas con el live-commerce, ya que se está convirtiendo en una tendencia capaz de elevar considerablemente las ventas corporativas y el compromiso con su público. Resultados, estos, que serán alcanzados únicamente con los cuidados destacados anteriormente, de manera que los usuarios tengan todo el soporte necesario para guiar e interactuar en su jornada de compras en canales afines, creando experiencias y relaciones memorables entre las partes.