Desde 2013, con un vídeo sobreYouTubedonde el director ejecutivo deGoogle Venturesexplica cómo Google utilizó OKR en ese entonces y más tarde en 2018 con el libro de John Doerr, 'Mide lo que importa'Los OKR se hicieron populares en todo el mundo y lo que hemos visto desde entonces es una confusión con la sopa de letras de las herramientas de gestión, después de todo: ¿cuál es la diferencia entre KPI (indicadores clave de rendimiento) y OKR (objetivos y resultados clave)?
Vamos allá, los KPIs son métricas clave que indican el pasado, son indicadores de retrovisor, que muestran cómo fue el avance, la situación, la salud de los procesos y actividades diarias. A partir desses dados históricos, é possível tomar decisiones sobre qué hacer a continuación. En general, son indicadores de ingresos, satisfacción del cliente, cantidades vendidas, costos, entre otros, además de no tener un plazo definido.
Los OKR sonestructurade definición de metas ambiciosas con una estructura propia con Objetivo y Resultados Clave, son una mirada hacia adelante. Tienen un plazo, generalmente trimestral, además de ser recomendable usar las otras características de metas SMART. Y en lugar de usar indicadores de retrovisor, es más recomendable usar indicadores de tendencia en estos KRs. Por lo tanto, claramente las dos herramientas tienen propósitos diferentes.
Allá en 2017, cuando me encontré en medio de la mayor implementación de OKRs en las Américas, la siguiente analogía nos ayudó a discernir mejor el papel de cada uno: los KPIs son los indicadores en el tablero de un coche: combustible, aceite, entre otros. Mientras que los OKRs son el Waze. Necesitas saber si tienes gasolina para llegar a tu destino, y puedes cometer errores en la ruta en el camino y recalcularla para alcanzar tu objetivo.
Por otro lado, si los propósitos son diferentes, ¿por qué las personas se confunden? El punto es que, dentro del proceso de gestión, en varios momentos, la aplicación de los conceptos de las herramientas se mezclan. Los KPIs existen por la naturaleza de la operación, de lo que la empresa hace y de los procesos vigentes. Ambos poseen métricas y vemos un KPI siendo KR, así como mejorar un KPI siendo un objetivo. Son métricas y las personas quieren mejorar la métrica.
En el fondo, la confusión sucede incluso cuando no identificamos el mejor momento para usar un concepto u otro. Por esa razón, es fundamental saber y poder aplicar las dos herramientas simultáneamente, ya que se complementan y mejorarán su gestión en su conjunto. Es como un arte, existen diferentes formas de aplicar un pincel, una pintura y ambos son medios para crear el producto final.
En este sentido, es necesario prestar mucha atención a la realidad de tu empresa en general y a cómo se está llevando a cabo la gestión, pues de un indicador existente (un KPI) puede surgir un objetivo de negocio (un OKR), pero no todos los KPIs necesitarán ser mejorados, de hecho, muchas veces no tendremos los recursos financieros, materiales e incluso humanos para mejorar varios a la vez.
Ante este escenario, es necesario aprender a priorizar, elegir dónde apostar las fichas en ese momento determinado: estas fichas son OKRs. Es decir, necesitas analizar los KPIs, que son los indicadores que ya ocurrieron, para poder trazar los OKRs, que aún van a suceder. Y así, todo estará interconectado y teniendo sentido, para que cumplas tus metas, alcances tus objetivos y consigas los mejores resultados al final del ciclo.
No puedes resolver varios problemas al mismo tiempo, necesitas entender qué problemas enfrentas para poder eventualmente aumentar tus ingresos. A partir de isso, é possível definir seus OKRs, priorizar os problemas e, à medida que avanza en la dirección de resolverlos propiamente, entonces eliges otro, ajustando tu ruta y yendo cada vez más hacia tu objetivo.