Una "Declaración de Independencia Económica", anunciada por el presidente Donald Trump en abril, marcó una nueva fase en la escalada proteccionista global. Al imponer una tarifa base del 10% sobre todas las importaciones americanas — con recargos que alcanzan el 44% para países como China y Taiwán — Estados Unidos alteraron profundamente las cadenas globales de suministro tecnológico. En el centro de esta reordenación geoeconómica, Brasil se enfrenta a una paradoja: desafíos inéditos, pero también oportunidades estratégicas.
Aunque el país solo estuvo sujeto a la tarifa mínima del 10%, las consecuencias no son triviales. Importadores brasileños de tecnología enfrentan aumentos inmediatos en los costos de adquisición de equipos de EE. UU., además de sufrir efectos indirectos, ya que muchos productos incluyen componentes de países con tarifas severas. La estructura tributaria brasileña agrava este escenario, creando un efecto cascada que puede elevar en más del 70% el costo final de ciertos dispositivos tecnológicos.
Sectores como hardware, infraestructura de TI y servicios en la nube sienten presiones diferenciadas. Mientras las multinacionales enfrentan márgenes reducidos o aumentos de precios, los fabricantes nacionales ganan competitividad relativa y oportunidades para ofrecer soluciones más accesibles frente a la incertidumbre global.
Aumento en los ataques cibernéticos
Pero los riesgos no son solo económicos, ya que el entorno de inestabilidad comercial favorece el crecimiento de amenazas digitales, según NSFOCUS, referencia global en ciberseguridad. La relación entre sanciones económicas y aumento de la actividad hacker está bien documentada — y ya comienza a manifestarse.
Organizaciones que operan infraestructura crítica, como hospitales, redes de energía y transporte, se ven obligadas a reemplazar proveedores y rediseñar rápidamente sus ecosistemas tecnológicos. Esta transición, realizada bajo presión, abre brechas para ciberataques. El costo de la adaptación puede manifestarse no solo en cifras, sino también en vulnerabilidades explotadas por cibercriminales.
Caminos para Brasil
En este nuevo escenario global, el sector tecnológico brasileño necesita actuar con rapidez e inteligencia. Algunas medidas clave incluyen:
- Revisar cadenas de suministroIdentificar dependencias críticas de proveedores ubicados en países con altas tarifas.
- Fomentar la nacionalización selectivaBuscar alternativas locales o regionales para componentes estratégicos.
- Reforzar la ciberseguridadInvertir en prácticas sólidas de protección digital, especialmente en sectores esenciales.
- Monitorear el escenario diplomático y tarifarioAjustar decisiones estratégicas en función de la evolución de las negociaciones internacionales.
- Reevaluar inventarios y políticas de preciosMinimizar impactos inmediatos y evitar interrupciones en el suministro.
Entre el riesgo y la oportunidad, Brasil puede emerger más competitivo en algunas áreas, especialmente en los mercados estadounidenses que antes dependían en gran medida de China. Sin embargo, esto requerirá superar obstáculos logísticos, fiscales y tecnológicos, en medio de las históricas ventanas abiertas para quienes deseen actuar con estrategia.