La planificación estratégica es un proceso esencial dentro de cualquier organización, que orienta la toma de decisiones y permite definir de manera clara las acciones necesarias orientadas al crecimiento y la sostenibilidad. En empresas familiares, él posibilita la continuidad. Sin embargo, también puede ser un desafío.
En muchas empresas en las que existe la transición del negocio de una generación a otra, se percibe desarmonía entre los miembros de la familia y la gestión. Las decisiones racionales se mezclan con cuestiones emocionales, generando conflictos y desorganización. Son comunes las diferencias de intereses entre familiares, la no separación entre patrimonio personal y empresarial, la falta de profesionalización y la resistencia a los cambios.
La ausencia de reglas claras sobre roles, responsabilidades, derechos y deberes también genera disputas internas. Esto, combinado con la inexistencia de directrices relativas a la remuneración y participación en las ganancias y resultados, puede llevar a la estancación y pérdida de competitividad, lo que resulta en problemas financieros graves e incluso en el cierre de puertas. Suelen ser ejemplos de la cuestión determinadasyempresas minoristas locales, queSon incapaces de adaptarse a la competencia de las grandes redes precisamente por falta de predicción, previsión y proyección.
Otro problema grave es la sucesión mal planificada. La ausencia de un plan claro de sucesión compromete la estabilidad. Independientemente de cuestiones personales, deben existir criterios claros, con evaluaciones de las habilidades de los posibles sucesores, establecimiento de competencias, oferta de capacitaciones y definición de plazos para que la transición sea gradual. Es importante que se establezcan consejos para la supervisión y que cada etapa del proceso sea documentada.
La planificación estratégica bien estructurada garantiza que la identidad de la empresa se mantenga con el paso del tiempo, mitigando riesgos. É orienta a la toma de decisiones y alinea valores y recursos, permitiendo que las oportunidades de mercado sean bien aprovechadas. Es una ventaja para garantizar que la empresa familiar no solo sobreviva, sino que prospere durante varias generaciones.
Si no sabes por dónde comenzar la planificación de tu organización, el primer paso es buscar un buen profesional especializado en el tema. No siempre los propietarios o líderes principales de la empresa están capacitados para asumir la responsabilidad. En estos casos, incluso en compañías pequeñas, se debe buscar apoyo externo de un consultor, director ejecutivo (CEO) o director de estrategia (CSO). El desarrollo por equipos multidisciplinarios, compuestos, por ejemplo, por personal de marketing, ventas, finanzas y departamento legal, también puede ser una buena opción para garantizar una visión integrada.