En los últimos meses, las empresas brasileñas han intensificado su búsqueda de servicios especializados en gestión de la continuidad del negocio (GCN). Este aumento significativo es un reflejo directo del crecimiento exponencial de los ataques cibernéticos en el país, especialmente de ransomware, y de la mayor rigurosidad de la fiscalización promovida por la Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD).
Solo en 2024, Brasil registró más de 700 millones de ataques cibernéticos, lo que indica aproximadamente 1.400 incidentes por minuto. Este escenario alarmante presiona a las organizaciones a buscar estrategias más robustas para garantizar la continuidad operativa frente a amenazas y crisis cada vez más frecuentes.
El aumento en los ataques de ransomware, en particular, ha puesto de manifiesto uno de los mayores riesgos que enfrentan las empresas en la actualidad. En esta modalidad delictiva, los sistemas corporativos son invadidos y sus datos cifrados, lo que conduce a una interrupción total o parcial de las operaciones hasta el pago del rescate. Además del daño financiero directo, hay pérdidas indirectas e intangibles significativas, como el deterioro de la confianza de los clientes y socios comerciales. Se estima que incidentes de este tipo hayan causado pérdidas millonarias en el mercado brasileño solo en el último año, impulsando a los tomadores de decisiones empresariales a reevaluar sus posturas frente al riesgo operacional.
Paralelamente, la ANPD intensificó sus acciones de fiscalización a lo largo de 2024 y principios de 2025, principalmente relacionadas con el cumplimiento de la Ley General de Protección de Datos (LGPD). Las empresas han enfrentado sanciones severas por no contar con mecanismos adecuados de seguridad y continuidad operativa, especialmente ante la constatación de vulnerabilidades que exponen datos personales. Esta postura rigurosa, que antes era más flexible, ahora exige de las organizaciones brasileñas un enfoque estructurado y coherente en la gestión de incidentes y crisis, elevando la importancia estratégica de la GCN.
GCN como herramienta preventiva
En este contexto, crece la importancia de la gestión de la continuidad del negocio, no solo como una medida reactiva, sino principalmente como una herramienta preventiva esencial. Una GCN bien implementada permite que las empresas se recuperen rápidamente de incidentes, minimizando daños financieros y preservando su reputación en el mercado. Se trata de una práctica corporativa integrada que identifica, evalúa y prepara a las organizaciones para responder eficazmente ante cualquier interrupción crítica en las operaciones, garantizando el menor tiempo posible de inactividad.
Implementar una estrategia eficaz de GCN comienza con un análisis profundo de los riesgos, en el cual se identifican claramente los procesos críticos de la organización y el impacto potencial en caso de interrupción. Este primer paso determina qué operaciones deben priorizarse en una situación de crisis. Posteriormente, se elabora el plan de continuidad, que detalla procedimientos claros y específicos para ser adoptados durante eventos disruptivos, permitiendo respuestas rápidas y coordinadas.
La siguiente etapa, y quizás una de las más subestimadas por las empresas, es la capacitación frecuente y las simulaciones prácticas. Muchos planes de continuidad fallan no no por fallos técnicos, sino por la falta de familiaridad de los equipos con los procedimientos previstos. Por eso, es fundamental que todos los involucrados estén continuamente preparados para actuar según lo planeado, garantizando que los protocolos se ejecuten de manera fluida y eficaz cuando realmente sea necesario.
Outro aspecto que refuerza la relevancia de la GCN son las regulaciones específicas que cada vez más son exigidas por el mercado y los organismos reguladores, como la ISO 22301, estándar internacional que establece requisitos detallados para sistemas de gestión de la continuidad del negocio. Las empresas alineadas con estos estándares no solo logran mitigar riesgos internos, sino también ganar mayor confianza entre socios comerciales, inversores y clientes, fortaleciendo su posición en el mercado.
Las consultorías especializadas desempeñan un papel central en la implementación exitosa de la GCN, aportando experiencia técnica y visión estratégica para la planificación y ejecución de estas iniciativas. Estas empresas apoyan a las organizaciones desde la evaluación de riesgos inicial hasta el desarrollo de planes personalizados y entrenamientos específicos, asegurando que las soluciones adoptadas estén alineadas con las mejores prácticas internacionales y con los requisitos regulatorios locales.
La conclusión es clara: el aumento de la demanda por servicios de gestión de la continuidad del negocio es un indicador inequívoco de que las empresas brasileñas están madurando en relación con la percepción de los riesgos operativos y cibernéticos. Este escenario requiere una respuesta estratégica, integrada y continua por parte de las organizaciones, que deben estar preparadas no solo para responder rápidamente a los incidentes, sino también para garantizar la sostenibilidad de las operaciones a largo plazo. Invertir en una sólida estrategia de continuidad del negocio es proteger el presente y asegurar el futuro de las organizaciones frente a las inevitables incertidumbres y amenazas que presenta el entorno corporativo contemporáneo.
Por Sylvio Sobreira Vieira, CEO y Jefe de Consultoría de SVX Consultoría