Después de la pandemia, podemos decir que es prácticamente unánime la opinión de que la vida en sociedad ha cambiado. Esto incluye principalmente el mundo laboral, que pasó a tener una avalancha de formatos y modalidades nuevas para las rutinas de los profesionales y empresas.
Horarios rígidos, oficinas rígidas y jerarquías inmutables se convirtieron en cosas del pasado. Esos aspectos dieron lugar a una nueva realidad, con mucha más flexibilidad y conexiones reales.
Es en este escenario de transformación donde surgió lo que llamoEfecto CO. Y no, no estoy hablando sólo de compartir escritorio en un espacio de coworking –aunque este mercado es uno de los mayores ejemplos de este fenómeno, como veremos más adelante–, sino de algo mucho más grande.
Este concepto es la fuerza deCOlaboración,COconexión,COmsharing y trabajoCOen propósito. Es decir, estamos hablando de un cambio de mentalidad, que refleja la valorización de experiencias y del compartir en lugar de la posesión de bienes materiales.
Impacto no mercado
Para entender cómo funciona el Efecto CO en la práctica, pensemos en algunos "rituales" comunes en la actualidad. Pedimos autos por aplicación, nos alojamos en una habitación alquilada por temporada, vimos nuestras series favoritas en una plataforma de streaming, aprendimos un idioma nuevo en línea, pedimos comida a domicilio e incluso compramos o vendimos ropa en una tienda de segunda mano en línea. Desde Airbnb hasta Uber, de Netflix a Duolingo, de iFood a Enjoei, claramente el compartir ya permea diversos aspectos de nuestras vidas y, en consecuencia, del mercado.
El coworking no escapa de eso. Mucho más que trabajar lado a lado, estos entornos flexibles y colaborativos son la esencia del negocio. El enfoque está en ofrecer oportunidades para que clientes y socios interactúen y colaboren, asegurando que formen parte de una comunidad donde el networking sea orgánico.
Allí, un profesional de marketing, por ejemplo, puede recibir una idea valiosa o una propuesta de colaboración de otro compañero de coworking en un simple café. Esta compartición de áreas comunes, los eventos e incluso las mentorías informales fomentan intercambios únicos, que pueden dar lugar a oportunidades prometedoras.
Es decir, la interacción es lo que rige el entorno, no la burocracia de los procesos corporativos del día a día. Las personas que se encuentran allí, por poseer múltiples perspectivas, habilidades y objetivos, crean un verdadero polo de diversidad, característica que es indispensable para una realidad dinámica como la actual.
Por eso, no es de sorprender que el Efecto CO esté creciendo junto a ese negocio. Para dar una pequeña prueba de este movimiento, Fortune Business Insights revela que el mercado global de oficinas flexibles alcanzó los 35 mil millones de dólares en 2023 y se espera que supere los 96 mil millones de dólares para 2030.
Responsabilidad de todos
Se pudo percibir que el Efecto CO no es una tendencia cualquiera, ¿verdad? Es algo que, literalmente, está impulsando carreras, negocios y vidas a partir de una visión colaborativa.
Es precisamente por esa razón que todos nosotros, individuos y empresas, necesitamos actuar en pro de esa idea. La responsabilidad social se integra orgánicamente a la visión de la compartición, motivando una cultura consciente en varios sentidos.
La propia reducción de inversiones individuales y el uso eficiente de recursos en los espacios de coworking demuestra esto. Para promover modelos como o trabalho híbrido, esses espaços não apenas ajudam as empresas a economizar gastos com infraestruturas próprias, mas também a impulsar a produtividade mediante estratégias de otimización e sostenibilidad.
Es común, por ejemplo, ver iniciativas para reducir el consumo de energía y agua en estos entornos. O aún conferencias y eventos para promover una cultura ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza), resaltando valores que fomenten el emprendimiento responsable y el cuidado del medio ambiente.
Ese sentido de colectividad es lo que hace que la magia suceda. Que sea una invitación a abrazar la nueva forma de trabajar, conectarnos y construir el futuro, buscando soluciones que realmente sean capaces de afrontar los desafíos de nuestro tiempo.