“Todo lo que podría haber sido inventado, ya ha sido” – quien dijo esta frase fue Charles Duell, director del Departamento de Patentes de los Estados Unidos, en 1889. Puede ser difícil entender ese sentimiento de estancamiento, aún más si estamos hablando de hace más de 100 años. Pero esa es la verdad: es difícil mirar hacia el futuro y visualizar nuevas invenciones. Ahora, que incluso hemos llegado a la era de los autos voladores, la pregunta es aún más fuerte: ¿cómo avanzar más de lo que ya hemos avanzado?
En septiembre del año pasado, Brasil subió 5 posiciones en el ranking global de innovación, alcanzando la 49ª posición, siendo el primero en América Latina. Las estadísticas muestran un crecimiento del país en el área, lo cual es bastante interesante, principalmente, para atraer la atención de nuevos inversores hacia aquí.
Pero, detrás del crecimiento de empresas innovadoras, está la creatividad de un equipo involucrada. Y ahí es donde entra el gran desafío. El año pasado, el 67% de los ejecutivos brasileños, encuestados para el estudio Nacional sobre la Evolución Digital y la Innovación Empresarial, constataron que creen que la cultura organizacional es uno de los principales factores que hacen que las empresas no innoven. Entonces, ¿cómo aplicar la gestión creativa en una empresa? Todo comienza con la inversión en talentos. Mucho más allá de buscar solo a aquellos que cumplen con los requisitos del puesto, también es necesario preocuparse por el conjunto, por el equipo que se está formando.
Para entender la mejor manera de hacerlo, imaginemos un escenario. Por un lado, tenemos al equipo X: donde todos los colaboradores viven en la misma región, son de la misma raza, frecuentan los mismos lugares, tienen las mismas experiencias y están insertados en el mismo contexto social. Por otro lado, tenemos al equipo Y: cada individuo aquí proviene de lugares diferentes, pasa por situaciones distintas, consume contenidos diferentes y pertenece a razas y clases diferentes. ¿Qué equipo es más propenso a llegar a nuevas ideas y soluciones para el mercado?
Algunas empresas ya tienen esa respuesta: a principios de este año, la startup Blend Edu reveló que, el año pasado, el 72% de las empresas encuestadas ya tenían un área dedicada a la gestión de la diversidad e inclusión. El número muestra cuán relevante es la agenda para la sociedad actual. Eso porque las personas insertadas en diferentes contextos, construirán un ambiente diversificado, aportando más ideas y puntos de vista, que son fundamentales para la creatividad de una empresa. ¿Sabes cuándo vemos una publicidad o producto tan genial que nos preguntamos cómo nunca nadie pensó en algo así antes? Te garantizo que fue un equipo muy bien capacitado quien lo creó.
Pero entonces, digamos que construiste tu “equipo de ensueño¿Diversificado: qué viene después?La contratación no es una solución mágica, lo que más importará es el post, la gestión de los empleados; un equipo de gestión que se preocupa por ser creativo también necesita mirar el entorno que está promoviendo para los colaboradores. Y aquí es donde muchas empresas patinan. Según la consultora Korn Ferry, el error de la mayoría de las gestiones es contratar personas de grupos minoritarios, pero no tomar en serio la agenda. Establecer "cuotas" de contratación, pensando en la diversidad, pero sin preocuparse por capacitar y retener a los empleados, además de no ofrecer un ambiente acogedor, solo hundirá la reputación de la empresa y alejará a los talentos valiosos.
La gestión creativa e innovadora van de la mano. Según la Confederación Nacional de la Industria (CNI), una cultura de innovación está compuesta por 8 pilares. Son ellos: oportunidades, ideación, desarrollo, ejecución, evaluación, cultura organizacional y recursos. Estas palabritas, resumidamente, aplicadas en el día a día, permitirán que su empresa esté al tanto del mercado, lista para afrontar los desafíos que surgen. Es mirar, primero, hacia adentro: asegurarse de que los procesos, metas, colaboradores, organización y valores estén alineados y funcionando bien. Só así las estructuras prosperarán con los crecientes desafíos del mercado.
Estamos en la era de la Inteligencia Artificial (IA). Hoy, en pocos segundos, logramos pedir a la tecnología que atienda (casi) todas nuestras solicitudes. Con unos pocos clics, cualquier persona con acceso a estas herramientas puede crear los pensamientos más diversos. Pero, en medio de tantos avances, es esencial recordar que la tecnología actúa como aliada, y no como sustituta de la mente humana. El trabajo proveniente de un equipo formado por diferentes talentos no debe ser subestimado. Empresas que entienden la importancia de formar un equipo creativo de personas e invertir en los recursos necesarios para mejorar la calidad del trabajo, se destacan en el mercado.
Un equipo de gestión que se preocupa por estas cuestiones debe seguir las tendencias y contar con líderes que sean adeptos a la innovación, además de involucrar al equipo y estimular la creatividad, y valorar la diversidad e inclusión de profesionales. Estos son hábitos que deben ponerse en práctica para lograr un entorno propicio para que se manifieste la creatividad. Si su empresa no invierte ni acompaña lo que el mercado está demandando (como innovación, creatividad y originalidad), deja de existir. Esta es la verdad desnuda y cruda: basta recordar a grandes nombres del mercado que quebraron porque "se quedaron en el tiempo".
La lección más valiosa que he aprendido en los últimos años, liderando un equipo latinoamericano en una empresa de soluciones tecnológicas, es que siempre debemos reinventarnos. Salir de la zona de confort es un gran desafío, pero es lo que necesitamos hacer todo el tiempo, y a veces ni nos damos cuenta de cómo estos cambios pueden ocurrir de forma natural. Cuando entendemos la necesidad de adaptarnos al escenario en el que estamos insertos, en lugar de luchar contra ese movimiento, es cuando logramos evolucionar.