He seguido de cerca la transformación provocada por la inteligencia artificial en el mundo de los negocios. En el centro de esta revolución, el papel del CIO ha evolucionado rápidamente. Ya no basta con hacer viable la tecnología. Es necesario liderar el cambio. Y aquí es donde reside la diferencia entre un CIO operativo y un CIO verdaderamente transformador.
El CIO que actúa solo como facilitador técnico de la IA pierde la parte más importante de la ecuación: el impacto en los negocios. Claro, seguridad de la información, arquitectura de datos y cumplimiento son temas fundamentales, pero no suficientes. La verdadera transformación ocurre cuando la IA se diseña para cambiar la forma en que opera la empresa, y eso requiere una comprensión profunda del modelo de negocio.
Hoy, gran parte del valor de la IA generativa reside en la orquestación de soluciones multiagente, capaces de automatizar procesos, tomar decisiones en tiempo real y cambiar la forma en que trabajan áreas enteras. Para ello, el CIO necesita ir más allá de TI. Necesita dominar diseño estratégico, experiencia del usuario, recorrido de servicio. Solo así es posible alinear tecnología con propósito e impacto.
Ese alineamiento aún es una barrera para muchos. Según el estudioAgenda del CIO de Gartner 2025El 72% de los CIOs en todo el mundo afirman que la inteligencia artificial está entre las prioridades estratégicas del área de tecnología. Sin embargo, solo el 24% pueden demostrar que están generando valor tangible con las iniciativas. Esto evidencia una brecha entre la intención y la ejecución, reforzando la necesidad de un papel más activo y estratégico del CIO en el camino de la IA.
Tres competencias clave para salir del laboratorio
Si eres CIO y aún estás atrapado en la fase de experimentación, mi sugerencia es clara: desarrolla tres competencias fundamentales para cambiar el juego y ofrecer valor real.
- Diseño estratégico y de servicios: Entender cómo se conectan los flujos de trabajo y las experiencias es esencial para construir soluciones de IA que tengan sentido dentro del negocio.
- Experimentación ágil: Nada reemplaza la capacidad de probar rápido, equivocarse rápido y aprender aún más rápido. Modelos como Scrum, Lean y Design Sprint son grandes aliados.
- Adaptabilidade: A IA muda todo dia. Nuevos modelos surgen, las APIs se transforman, aparecen regulaciones. El CIO y su equipo deben estar preparados para reconstruir siempre que sea necesario. Eso forma parte del juego.
Incluso, un estudio reciente de laMIT Sloan Management Review en colaboración con BCGindica que apenas el 11% de las empresas analizadas lograron obtener un retorno financiero positivo con IA. ¿Qué tienen en común? Una fuerte integración entre tecnología y estrategia de negocio, además de gobernanza clara y enfoque en valor desde el principio.
¿Cómo he aplicado esto en la práctica?
En la empresa donde trabajo como CIO, tomamos la decisión de democratizar el acceso a la IA desde el principio. Construimos una plataforma interna, un verdadero centro de IA, que conecta diferentes modelos (incluyendo las principales LLM del mercado) en una sola interfaz, accesible a los 900 colaboradores.
La medida evita dos errores comunes: el uso descontrolado de herramientas públicas (que puede comprometer datos sensibles) y la limitación del uso de la IA a nichos aislados. Aquí, todo el mundo tiene acceso, desde la atención hasta el liderazgo.
Además, creamos una hoja de ruta pública de innovación, actualizada dos veces por semana, que muestra claramente los proyectos en curso, sus fases, entregas y próximos pasos. Eso genera transparencia, compromiso y responsabilidad.
Otra área son los talleres mensuales sobre IA, con temas como agentes autónomos, ingeniería de prompts, comparación entre LLMs, entre otros. Más de 400 personas participan activamente. Y lo más importante: contamos con un consejo de C-Levels que prioriza las iniciativas de IA en función del retorno para el negocio.
Este tipo de estructura e iniciativa está cada vez más presente en Brasil. AGuía de Inversión en IA en América Latina IDC 2025Se estima que las empresas brasileñas deben invertir más de US$ 1,9 mil millones en soluciones de inteligencia artificial en este año. Los principales enfoques son la automatización de procesos, atención al cliente, análisis de datos y soporte a la decisión. Es decir, el mercado local ya entiende la IA como un pilar estratégico, no más como un experimento aislado.
La IA ya no es un laboratorio, es una plataforma de valor
Si pudiera dar un consejo a otros CIOs, sería: dejen de tratar la IA como un experimento en el laboratorio. Elija casos de uso pequeños, con alto impacto potencial y rápida implementación, y póngalos en producción. Aunque sean imperfectos, estas pruebas en campo aportarán comentarios valiosos para mejorar la solución.
El verdadero salto ocurre cuando el equipo de desarrollo y los usuarios finales trabajan juntos. La colaboración continua entre tecnología y negocio genera soluciones más relevantes, eficaces y duraderas.
Al final, una buena IA es aquella que funciona en el mundo real. Y el CIO que entiende esto, que construye junto con los usuarios, deja de ser solo gestor de tecnología para convertirse en protagonista de la transformación del negocio.