La cuestión de las desigualdades de género en los entornos laborales es algo sobre lo que hemos debatido como sociedad, especialmente entre hombres y mujeres, y también hay otras minorías. Hoy quiero poner en el centro de la discusión el papel del autoconocimiento y de la inteligencia emocional, que es una parte intrínseca de esto; ya que el hecho es que cuanto más desarrolla el ser humano su autopercepción, más será capaz de consolidar oportunidades iguales para todos sin distinción de género.
Todos los prejuicios nos separan; es como tener una visera mental con daños sociales grandes. Es como mirar por la cerradura de una puerta y ver solo un pedazo de la realidad; restringida, cuando podríamos ver todo ese entorno. El prejuicio es eso; reducir a las personas y sus potenciales a una perspectiva de género únicamente; como si eso las hiciera mejores o peores unas que otras.
Sabemos que el mundo es colaborativo. hombres y mujeres pueden y forman una hermosa asociación, por lo tanto, medir el potencial de alguien en cualquier área de la vida en función del género es una gran falacia. En realidad somos diferentes y complementarios. Las construcciones neurológicas de las mujeres son diferentes de las de los hombres y eso es muy positivo para unirnos, cada cual de acuerdo con su fisiología, nuestras potencialidades. Lo que definitivamente ya no cabe es una competencia antigua y obsoleta. La resistencia es un paradigma viejo que puede ser superado con el autoconocimiento.
Lo que llevamos de prejuicio hoy está pasado de moda. Es aquello que todavía "arrastramos" de generaciones anteriores, por ejemplo, que determinaron que a los 50 o 60 años la persona estaba vieja, preparándose para la jubilación. ¿Te sientes así? Muchas veces, la propia mujer vive esas creencias. Vamos pensar que aún es algo muy nuevo tener personas de 50+ en el mercado laboral, activas, en nuestra sociedad – e independientemente del género. Este es un contexto que también nos invita a una nueva mirada sobre capacidades, desempeños y resultados; tenemos jóvenes que no están usando su potencial y tenemos a más de 50 que están en el auge de su competencia. La innovación aporta la frescura de aquello que ya no corresponde a la sociedad, por lo tanto, sí, todos pueden reinventarse en la vida y en el trabajo, tener la capacidad de ser productivos y obtener resultados de altísimo rendimiento.
¿Alguna vez has reflexionado que lo que vivimos hoy es el resultado de decisiones antiguas? Nuestros libros de historia responden a preguntas antiguas y ahora la vida nos invita a una gran oportunidad de cambio. Es con esa apertura que necesitamos mirar a las personas, independientemente de su edad, género y color. Esta es la verdadera evolución y revolución que necesitamos promover y en este momento estamos! Todo comienza con la insatisfacción y con el diálogo para llegar a un nuevo lugar, siendo que la primera conversación es con nosotros mismos.
Frente a todas las dificultades y problemas que, sí, existirán en nuestras vidas, necesitamos preguntarnos: "Muy bien, ¿qué hago con esto?". Si no traemos primero esa autoobservación, no visualizaremos la capacidad de manejar mejor lo que nos sucede, ni de promover los cambios. Siempre estaremos con las preguntas y esperando que las soluciones se realicen por los "otros".
El autoconocimiento nos hace sumergirnos en nuestro interior, trayendo conciencia y caminos para reciclar nuestros comportamientos, especialmente los "polvorientos". Y la inteligencia emocional es fundamental, es quien une, nos conecta, que imagina y crea el mundo del mañana. Y todos queremos un mundo pacífico. Sin embargo, en un escenario de prejuicios y respuestas antiguas para problemas nuevos, esto no sucederá.
¡Innovar es la respuesta! Aún no la tenemos exactamente, precisamente porque necesitamos encontrarla y quien hace eso, principalmente, es quien está viviendo el problema y comienza a tomar mayor conciencia de esa necesidad. Ya hay quienes están en este movimiento, ya sean los mayores de 50, las mujeres o cada uno de nosotros que despierta a este movimiento; todos tenemos la responsabilidad de construir nuevas posibilidades para vivir en este mundo de integración. ¡Por lo tanto, un mundo más avanzado!
