En el comercio minorista de supermercados, la logística siempre ha sido una pieza clave. Pero con la presión por eficiencia y agilidad, ella se convirtió en la protagonista. La tecnología está en el centro de este cambio. Desde la planificación de rutas hasta la gestión de inventarios, las soluciones digitales están ayudando a los supermercados a operar mejor, gastando menos.
Un buen ejemplo es la guionización en tiempo real. Con algoritmos que calculan los mejores caminos, es posible ahorrar combustible, reducir el desgaste de la flota y entregar a tiempo. Más eficiencia, menos costo. El cliente siente la diferencia.
El inventario también se volvió inteligente. Herramientas predictivas, basadas en datos históricos y patrones de consumo, ayudan a mantener el equilibrio. Ni de estantería vacía, ni de productos agotados. El resultado es menos desperdicio y más previsibilidad.
La seguridad en la entrega también ha evolucionado. El seguimiento en tiempo real garantiza una visibilidad total del recorrido y ayuda a prevenir desvíos o robos. En el caso de productos sensibles, los sensores monitorean la temperatura y la humedad de principio a fin.
Los gestores ahora tienen paneles simples y actualizados para seguir todo esto en tiempo real. Esto permite ajustes rápidos y mejores decisiones, basadas en datos concretos. ¡Y funciona!
Las redes que adoptaron estas tecnologías están reduciendo costos, entregando más rápido y mejorando la experiencia del cliente. La transformación digital ya está dando resultados.
El próximo paso es la integración total de los sistemas y el uso más avanzado de la inteligencia artificial. Quien quiera mantenerse competitivo tendrá que seguir este movimiento. La tecnología ya está cambiando el juego. Quien entienda esto antes, sale adelante.