Cada año, el Black Friday no solo fortalece su presencia en el calendario del comercio minorista global, sino que también redefine las expectativas de los consumidores. En Brasil, la tradición americana encontró un terreno fértil, especialmente en 2024, cuando, de acuerdo con una investigación de Wake y Opinion Box, aproximadamente el 66% de los brasileños planean aprovechar la fecha para realizar sus compras. El volumen y la rapidez en las entregas se han consolidado como parámetros cruciales de la experiencia del cliente, exigiendo que las empresas integren una planificación robusta y tecnología de punta para hacer frente a picos de demanda y una competencia feroz
Con base en las mejores prácticas del mercado, destacamos cinco pilares fundamentales que pueden orientar a las empresas en la construcción de una estrategia de Black Friday que vaya más allá del volumen de ventas y agregue valor para el consumidor
1. Planificación Proactiva e Innovadora
En el ambiente volátil del Black Friday, la planificación no puede reducirse a una simple organización logística; debe ser parte de un proceso más amplio de anticipación de demandas e innovación operativa. Analizar datos históricos y evaluar el comportamiento del mercado global permite que las empresas adapten sus tácticas a medida que emergen nuevas tendencias. El ejemplo de grandes actores internacionales como Amazon y Alibaba refuerza la necesidad de previsibilidad y flexibilidad en la planificación para eventos de alta demanda, permitiendo ajustes de ruta de acuerdo con el flujo de información
2. Inteligencia de Datos como Catalizador Estratégico
El Black Friday es uno de los momentos más desafiantes para el uso de big data y machine learning en el sector minorista. Las empresas deben trabajar con modelos predictivos e insights generados por datos para no solo responder, pero anticiparse al comportamiento de los consumidores. Aprendiendo del éxito de líderes globales, como Walmart, que integró análisis predictivo para optimizar inventarios y prever necesidades regionales, las empresas brasileñas pueden adoptar un enfoque basado en datos que incluya la retroalimentación de los clientes, desempeño de ventas pasadas y previsiones de volumen
3. Tecnología y Automatización Integrada
La preparación tecnológica debe ser una prioridad innegociable, pero no puede ser una respuesta puntual al Black Friday; debe constituir una serie de mejoras continuas que optimicen toda la experiencia de compra y garanticen resiliencia y agilidad en tiempos de pico. Cada empresa puede analizar sus plataformas e implementar herramientas de automatización, con el objetivo de crear un flujo de operaciones más eficiente e intuitivo, evitando cuellos de botella y fallas del sistema
4. Eficiencia Operacional y Bienestar del Equipo
La operación debe ser tan eficiente como resiliente. En lugar de centrarse solo en atender la demanda, una planificación centrada en el equipo garantiza que las operaciones fluyan de manera cohesiva y eficaz, permitiendo que el equipo esté comprometido y bien preparado. Empresas como Magazine Luiza ejemplifican este enfoque al invertir en entornos de trabajo saludables que combinan el bienestar del colaborador con la productividad, creando una cultura de compromiso que se refleja directamente en la experiencia final del cliente
5. Enfoque en la Experiencia del Cliente como Diferencial Estratégico
En el escenario actual, el valor de una marca está ligado a la experiencia ofrecida al consumidor. Según un estudio global de PwC, El 73% de los clientes considera que la experiencia de entrega es crucial en su decisión de compra. Para las empresas, esto significa que el Black Friday es más que una oportunidad de ingresos rápidos; es un momento para reforzar la conexión con el cliente y fortalecer la fidelización, como demuestran estrategias de líderes globales que priorizan entregas ágiles y políticas de postventa robustas
Al construir una estrategia orientada por estos pilares, las empresas brasileñas pueden no solo destacarse en el mercado nacional, sino también alinearse con tendencias globales que valoran la agilidad, innovación y, sobre todo, la experiencia del consumidor. Con planificación y ejecución efectivas, el Black Friday puede ir más allá de un pico estacional y convertirse en una plataforma para construir relaciones duraderas y significativas