El espíritu navideño es verdaderamente contagioso. Además de ser una época llena de emociones, es una de las fechas más importantes para el comercio minorista, capaz de generar un alto volumen de ventas y fidelización de clientes. Ya sea para el comercio físico o en línea, los minoristas que planifiquen con anticipación para crear experiencias memorables que evoquen este ambiente navideño sin duda podrán fortalecer su relación con sus consumidores, obteniendo beneficios que van mucho más allá del simple aumento de ganancias.
Desde una perspectiva de marketing, cabe destacar el movimiento natural de la población en esta fecha en busca de los regalos navideños tan preciados. En 2022, por ejemplo, las ventas presenciales aumentaron un 10 % en comparación con 2021, además de que los ingresos del comercio electrónico crecieron un 18,4 % en la misma comparación, según una encuesta de Cielo.
Si bien es cierto que todas las empresas desean aumentar sus ganancias, esto no debería ser una prioridad constante, especialmente en Navidad. El ambiente emocional de la temporada es un excelente gancho que los minoristas pueden aprovechar positivamente, buscando sumergir a los consumidores en experiencias memorables que los hagan sentir importantes y felices, asegurando así que recuerden su marca en el futuro cuando busquen los productos o servicios que necesitan.
Esta experiencia personalizada, integrada y conveniente es esencial para satisfacer las demandas del consumidor moderno, altamente exigente con las empresas con las que interactúa. Quienes sepan organizar campañas de comunicación que aprovechen las características de esta fecha, destacando los factores diferenciadores que los hacen sentir especiales, mejorarán su imagen y reputación frente a la competencia.
Pero, en la práctica, ¿qué sentido tendría implementar acciones que no sean "más de lo mismo" y que logren diferenciar a su empresa esta Navidad? En las tiendas físicas, por ejemplo, aproveche al máximo la decoración navideña, combinando artículos físicos con olfativos, con aromas característicos de la temporada. Cree espacios "instagrameables" donde los visitantes puedan tomar fotos y publicarlas en redes sociales con un hashtag específico creado por el minorista. Combine los aspectos físicos y digitales, trasladando estos momentos a todos los canales de venta y comunicación de la tienda.
La omnicanalidad es una estrategia valiosa para enriquecer esta complementariedad, expandir y fortalecer la marca en su segmento y llegar a un mayor número de personas en todos los puntos de contacto con el negocio. Esto es cierto, siempre que los minoristas sepan integrarlas de forma inteligente y estratégica, evitando un exceso de acciones y mensajes que no conecten con su público objetivo y que generen un efecto dominó de insatisfacción.
Que esta sea quizás la fecha más importante para el comercio minorista no significa que deba bombardear a sus clientes con comunicaciones. Utilice datos corporativos para analizar los perfiles y el historial de sus compradores, identificando los canales que prefieren usar para interactuar y cómo combinarlos para garantizar una comunicación fluida y una experiencia fluida.
Una excelente herramienta en este sentido, y de gran relevancia para el comercio minorista, es RCS (Rich Communication Service). Este sistema de mensajería de Google ofrece una gama de funciones diseñadas para que la comunicación entre las empresas y sus usuarios sea lo más completa, personalizada e inmersiva posible. Permite el envío de campañas interactivas mediante un conjunto de funciones que incluyen el envío de texto, imágenes, GIF, vídeos y mucho más.
En Navidad, se puede explorar aún más el envío de tarjetas navideñas personalizadas, promociones exclusivas, encuestas de satisfacción y muchas otras acciones dedicadas a cada persona. Este es un canal extremadamente versátil que puede utilizarse para complementar y fortalecer la conexión entre las partes, siempre priorizando el aspecto emocional.
En definitiva, el aumento de las ganancias durante este periodo debería ser una consecuencia, y no el objetivo principal, para los minoristas. Al fin y al cabo, hay otras fechas a lo largo del año que también son relevantes para ofrecer promociones que se traduzcan en un mayor número de compras. Ahora, en Navidad, es momento de fortalecer este vínculo emocional entre las marcas y sus clientes, para que esta conexión genere satisfacción y fidelización, cuyos resultados servirán de base para desarrollar estrategias asertivas a lo largo del próximo año.

